The Devil's Violinist

Terminando de ver “The Devil's Violinist” (2013) de Bernard Rose con David Garrett, Jared Harris, Joely Richardson, Christian McKay, Veronica Ferres, Helmut Berger, Olivia d'Abo, entre otros. Basado en la historia de vida del violinista y compositor italiano del siglo XIX, Niccolò Paganini, virtuoso del violín, y notorio mujeriego, está en la cumbre de su carrera, pero su nombre solo sugiere asuntos incontables y escándalos. La historia toma “La Leyenda Negra” sobre su técnica, la cual asombraba tanto al público de la época, que llegaron a pensar que existía algún influjo diabólico sobre él, porque a su vez, su apariencia se notaba algo extraña, y sus adelantos musicales eran una verdadera obra de arte. Se decía que en la mayoría de sus apuntes, aparecía una nota extraña, la cual decía “nota 13” Paganini podía interpretar obras de gran dificultad, únicamente con 1 de las 4 cuerdas del violín, retirando primero las otras 3, de manera que éstas no se rompieran durante su actuación, y continuar tocando a 2 o 3 voces, de forma que parecían varios los violines que sonaban. Además, en la mayoría de sus espectáculos, usaba la improvisación. Esto indica lo cercano que estaba su arte al mundo del espectáculo. Por su parte, el director mete de lleno la historia de amor, y la fama de mujeriego del virtuoso como parte del juego del relato, pues en sus últimos días, el músico se medicaba con mercurio para tratar la sífilis que padecía; falleció a los 57 años en Niza, el 27 de mayo de 1840. Técnicamente está bien hecha, tanto en los decorados como en el uso de los fondos CGI, están hermosos y bien montados, pero todo se ve demasiado moderno, inclusive en el vestuario. Sinceramente, la historia de Paganini es fascinante, pero la dirección, sobre todo esa inestable cámara, y la narrativa muy convencional, le cobra factura a la propuesta. Del reparto, la película está hecha para honor y gloria del virtuoso David Garrett, no hay la menor duda, es malo malísimo, casi pésimo como actor, pero se luce como violinista, y en sus escenas con el instrumento, lo salvan de la quema. De hecho, Garrett interpreta muchas de las piezas de Paganini a lo largo del metraje, incluyendo “El Caprice No. 24 en la menor” y “Il Carnevale di Venezia, Op.10” En definitiva, me quedo con lo que vende: “La fama es deseo, el amor es una maldición”
NO RECOMENDADA.
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas.
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Bastante mala. Parece que sólo fue hecha para inflar el ego y las ventas de David Garret. Lo único bueno, la música de Niccolò Paganini y la interpretación del aria, lo no tan bueno las actuaciones; para disfrutar la película sólo queda escuchar la interpretación de su obra, que es maravillosa, te agarra, te seduce.

Desde todos los puntos de vista en que se pueda abordar la figura del controvertido genio del violín Paganini sin duda la más atrayente para un público indie que guste del morbo es esa idea de que tenía un pacto con Satanás y por tanto ante la duda el papa no le dejó ser enterrado en terreno consagrado tal y como sucedió en la realidad histórica con su cuerpo.

David Garrett y su innato don para la música es la principal baza para ver esta película que si bien el título ya te avisa que la historia no va en serio por lo menos se acerca a la figura del violinista y se observa aunque de lejos con lástima lo que podía haber sido un documental realmente enriquecedor y te hace suspirar.

La película aboga por la figura de Jared Harris como el emisario del diablo, el personaje más atrayente y siniestro, y los excesos a los que sometió a Paganini a cambio de su alma eterna con el éxito entre las mujeres, el público, los llenos en el teatro....es decir la locura que su violín provocaría y los vicios que tanta adoración del público conllevan, así David Garrett parece más un David Bowie de hace dos siglos que el célebre violinista.
Un tanto decepcionante, cuenta la historia de amores frustrados, de otros pasajeros, con una Joely Richardson irreconocible y un reparto más bien bueno pero poco conocido.

De Niccoló Paganini toma el nombre, más allá de eso ningún elemento en especial sobre la vida del artista. De manera que como biografía, no sirve. Pero si se puede utilizar para pasar el rato, por ser una película ligera con visos de romanticismo. Si quieres ir al cine, te la recomiendo.