The Stranger in Us

La realización de una película se puede hacer por muchos motivos, aunque casi siempre está el dinero y el ego del director, pero nunca debería faltar la consideración del espectador al que toda película por el mero hecho de serlo, se dirige obligatoriamente. ¿Pueden imaginar ustedes una película que nunca haya visto nadie? Pues teniendo en cuenta al espectador se pueden realizar películas para tontos y para inteligentes. Este segundo camino es el que ha tomado Scott Boswell, su director y guionista, considerando que quien vaya a ver su película es alguien a quien le gusta divertirse viendo una historia en imágenes, pero al mismo tiempo le gusta pensar en lo que esta viendo, tanto en el tema como el tratamiento del tema. El guión es muy bueno y se dedica a reflexionar, con imágenes sobre todo, en la soledad de muchos homosexuales que van buscando el verdadero amor, al que tienen derecho. Los diálogos no son petulantes, ni escritos con caracteres filosóficos, sino diálogos entre gente normal que se divierte y sufre. Formalmente la película está dividida como en capítulos que corresponden a distintos días del año, pero esos capítulos no están presentados en continuidad cronológica, sino que van hacia atrás o hacia delante. Al principio resulta algo chocante y aunque en realidad no se le ve la función dramática, si me ha parecido un juego que se le propone al espectador para que esté muy pendiente de la pantalla. Y siendo inteligente, como lo es casi siempre el espectador, entra en el juego propuesto y se lo pasa bien, o mal, como le ocurre a nuestro protagonista.