5 brujas

La había votado antes de ver las otras críticas, y al hacerlo me he dado cuenta que todos son muy complacientes con esta película, llegando alguno a valorarla hasta con un cuatro.
Mi puntuación es un generoso 1. Aquí no se salva nada. Nada. Las protagonistas parecen actrices de una película porno que en cualquier momento se desprenderían de blusas y faldas para dar rienda suelta a su deseo carnal. Pero no, mantuvieron la compostura y solo se adivinan tras sus uniformes de colegio de monjas, unas braguitas blancas y... eso sí: Mucha sangre.
Memorable la escena del sacerdote acuchillado con crucifijos.

Le he puesto un 4 y he sido muy generosa con mi nota porque he tenido en cuenta que la música no estaba mal y que no me gusta mucho este "subgénero" y que los efectos especiales no están tan mal (he visto peores). También porque tal vez me esperaba algo peor.

La verdad es que la historia no es nada del otro mundo, está un poco vista y más o menos sabes lo que va a pasar. Los sustos no dan susto (al menos a mi), a no ser que creas en dios, en el demonio, y en cosas sobrenaturales. Tampoco me ha gustado tanto desnudo sin venir a cuento (opino igual que la otra crítica que he leído, seguramente para hacer interesante el trailer).

En fin, si te gusta la terrorífica serie B, tal vez te guste. A mi no me ha gustado y no la volveré a ver.

Lo único destacable de el film de Sonoda, es la presencia de Perlman y el atractivo de las cinco protagonistas. La trama es sencilla, cinco brujas las cuales no aguantan sus familias son recluidas en un centro especial para ellas. Fantasmas y personajes absurdos como el de la directora es lo que se encuentran. El público pasa hora y media aburrido solo esperando ver si se desnudan o hacen el amor la pareja lesbiana. Lo dicho decepciona pero para pasar el rato tampoco es tan mala.

Si algo tiene de bueno la sección de películas a un euro en los videoclubs es que entre las películas devaluadas encuentras “joyas” como esta. Lo mejor que tiene “5ive girls” o “Cinco brujas” es que se sabe mala y en ningún momento pretende nada más que hacer pasar un rato divertido, cosa que consigue siempre que no trates de tomártela en serio, algo, por otro lado, totalmente imposible. Tardío exploit de la ya muy mala “Jóvenes y brujas”, que sí se creía una buena película, nos encontramos ante malos efectos especiales, curas gigantescos que coquetean con adolescentes, lolitas, poderes sobrenaturales, conversaciones en el baño mientras las protagonistas orinan y solo vemos sus pies y sus bragas (a juego con la personalidad de su dueña), fantasmas, rituales satánicos, religión, demonios, santería y un desfile de fechitismos que van desde una directora de colegio tipo señorita Rotenmeier en plan ama sadomaso dominante a pijamas y camisones transparentes pasando por ropa interior, azotes en el culo, uniformes de colegialas, lesbianismo y algún rápido destete.

... si viera esta película. Sin pies ni cabeza, nos presentaran un batiburrillo de magia y sangre que solo consigue hacer que el tiempo se nos haga eterno hasta que llega el único momento interesante: los créditos finales que nos indica que todo ha terminado. En un intento de construir una historia de terror, veremos un desfile de típicas escenas y manidos diálogos, con Ron Perlman que pasa sin pena ni gloria por este instituto que bien podría haberse quedado cerrado y que hace pensar si no hay otros proyectos mejores en los que gastar el presupuesto.