Stop the Madness (Vídeo musical)

A mediados de los 80, el concepto de música estadounidense estaba ya fuertemente asociado a todos los elementos que, tiempo después, caracterizarían a esa década. Fue, además, la misma durante la que nació la MTV, canal de televisión especializado en vídeos musicales, amén de una década en la que las drogas empezaron a pegar con especial fuerza. O, mejor dicho, fue cuando la administración se tomó en serio el problema, porque el consumo de drogas venía de lejos, por no hablar del alcoholismo. La cuestión es que a finales del 85 el gobierno comenzó a difundir entre los institutos de secundaria un vídeo en donde se pedía a los jóvenes que no se drogasen. Su título, "Stop the madness" ("Detén la locura").

El metraje, en realidad, era un vídeo musical con una canción muy al estilo de "We are the world"; la mamarrachada aquella del mismo año protagonizada por Michael Jackson y tropecientos membrillos con la que, de forma repentina, pretendían solucionar los problemas de África; reacción muy estadounidense esa de querer arreglarlo todo a golpe y porrazo sin entender el problema.

Si a Jackson aquello le valió, el gobierno de Reagan, que fue quien financió este trabajo, pensó que a ellos también. De modo que se buscaron a todas las celebridades nacionales del momento y, con Nancy Reagan al frente, los hicieron desfilar frente a las cámaras, cuando no los pusieron a cantar.

Visto hoy en día, y dicho esto sin el más mínimo conocimiento sobre música, el metraje se antoja ridículo, aunque muy propio de la mentalidad de la época. Meter miedo al personal, ofrecer imágenes tróculas, y mamporrear la mente de quien lo viese con el mensaje de que era mejor decir no a las drogas.

No seré yo quien lo tache de mala idea pero, a tenor de cómo ha evolucionado el problema durante estos cuarenta años, y estando precisamente ahora EE.UU. en mitad de una crisis por el consumo de fentanilo (o, al menos, cuando les ha dado la gana darse por enterados), verlo resulta curioso. Desconozco su utilidad real, pero no parece que en aquel país la gente haya dado la espalda a las drogas.

Sea como fuere, el vídeo es curioso porque, algunos de los que participaron en él, luego se descubrió que eran consumidores de drogas. De hecho, el propio Schwarzenegger, quien aparece fugazmente en lo que parece ser un rol de basurero, bien que se grabó en los setenta pegándole a un porrito gustoso. Y eso por no hablar del consumo de esteroides que, años después, admitiría haber usado durante su etapa como culturista. Según él, por entonces eran legales.

En resumen, producto olvidado, aunque confirmador de cómo la hipocresía es algo habitual en nuestra sociedad.