Speer y Hitler (TV)

Te sorprende ver al arquitecto Speer y a sus ayudantes contemplando la maravillosa maqueta de la megalómana ciudad colosal soñada por Hitler. Es también digno de reflexión, ver cómo este artista superó el castigo (no justo a comparación del holocausto asesino y sin nombre, pero al fin castigo de encierro) de 20 años de prisión caminando kilómetros y kilómetros, viajando con su mente en el pequeño jardín de la cárcel diseñado por sus manos. Un hombre que había proyectado construir la ciudad más sorprendente y monumental del mundo, termina sus días como jardinero en una asfixiante prisión de locura.

No estoy seguro de si es un telefilm o una miniserie, pero en cualquier caso se trata de un interesantísimo intento de reconstrucción de la implicación del arquitecto Albert Speer en el régimen nazi que gobernó Alemania entre 1933 y 1945, no sólo en lo puramente arquitectónico, sino también en el gobierno, cuando Speer fue ministro de armamento. Con los nuevos datos conocidos, y mezclando la ficción con los testimonios de testigos y los datos de los historiadores e investigadores, el guión se acerca a la verdad de los hechos: Speer estuvo totalmente involucrado en el gobierno nazi, y no sólo era un arquitecto que vio la posibilidad de llevar a la realidad sus proyectos grandiosos gracias al régimen de Hitler, sino un político nazi, que lo sabía todo acerca del Holocausto y el exterminio de los judíos. Si se salvó en los juicios de Nüremberg de la horca fue porque mintió y manipuló. Frente a la postura de fidelidad absoluta al nazismo de un Goering o un Hess en estos juicios, Speer se desmarcó de esa fidelidad, fue un traidor, un oportunista, y gracias a esa táctica se salvó.

Esta miniserie, en suma, presenta a Speer como lo que era, un oportunista con don de gentes, un arquitecto que, con tal de llevar a cabo sus proyectos, era capaz de pactar con el diablo, aunque la interpretación de Sebastian Koch le humaniza considerablemente, y le hace más vulnerable, especialmente por centrarse su papel en los años posteriores a la guerra, los años en los que estuvo en la cárcel, cumpliendo la condena dictada por las potencias aliadas. Tobias Moretti, en el papel de Hitler, hace un gran trabajo, al igual que Koch. En suma, es una producción televisiva más que recomendable para todos aquellos interesados en un personaje histórico tan controvertido como Albert Speer. Esta producción, además, participa del afán de revisión de la historia reciente alemana presente en el cine alemán de principios del siglo XXI.