Tierra de gigantes

Un profundo aroma a tragedia griega recorre toda la película, desde el momento en que el general es asesinado por su esposa y el amante de ésta ante los ojos de sus hijos. A partir de ahí, sin apartarse de los esquemas habituales del spaghetti western, asistiremos a la historia de una venganza, en que los culpables están inequívocamente condenados a pagar sus pecados. Baldi dirige con pulso firme, no demasiado ayudado por los actores (ese tal Martellanza...), aunque Alberto de Mendoza compone un buen villano y Piero Lulli se recrea en su rol habitual de sádico torturador. A veces cuesta seguir el hilo argumental de la trama, pero Baldi nos conduce hasta un grande finale que remata con dignidad la función.

Existen películas muy ignoradas, las que, incluso avezados cinéfilos ignoran su existencia. Tales películas suelen ser pasadas por alto y muchas veces con justificada razón, ya que hay películas infumables. Sin embargo, ocasionalmente entre estas películas suelen haber interesantes sorpresas. Lo mismo sucede en el eurowestern, así como hay películas que dejaron huella y otras desconocidas, muchas de ellas muy malas, pero entre medio algunas que nos sorprenden gratamente. Esta es una de ellas.
La película seguramente no será considerada si se hace un listado de las mejores del género. Sin embargo, al verla se percibe que su olvido ha sido injusto.
En algunos aspectos es un western atipico. Si bien, tiene ciertos paradigmas habituales, como el tema de la venganza y la presencia de un villano terrateniente, también tiene ciertos elementos ajenos al género. Tiene una carga melodramatico inusual en el eurowestern; además, aquí las mujeres tienen un papel crucial en la trama; habitualmente las mujeres solían tener roles menores y en muchos casos, decorativos, cosa que aquí no sucede.
No todo es perfección, la película tiene sus puntos bajos. El título del filme no se condice para nada con la trama.

No sabemos a santo de qué prometen gigantes cuando luego presentan gente cortita de talla. Muy cortita.
Más sentido puede tener el título original que alude al Ave María, tal vez por las campanadas que suenan cuando comienza la tragedia.
Porque trágico es el arranque. Cuando regresa victorioso a su casa el general mexicano Juan Carrasco Hinojosa de Zúñiga, la esposa Anna (Paluzzi) y su amante Tomás (Mendoza) lo matan a sangre fría ante sus hijos.
Alentador comienzo.
Pero nada más. Guion desordenado, diálogos patéticos, realización lenta y sin ritmo, personajes sin relieve alguno, interpretaciones flojas incluso en los actores de reparto.
Aire de los westerns mediterráneos de la época, música con mucho silbido morriconiano y paisajes almerienses. Esto último tal vez lo mejor, junto a las escenas de la fiesta con fuegos artificiales y un sensual baile flamenco.
Un culebrón en toda regla. Tal vez por eso aplican grasa de culebra para curar las heridas.
Si no quieres que te la apliquen también a ti busca otra cinta.

Aparatoso y decepcionante Spaghetti western con un comienzo prometedor, pero que tiene un desarrollo torpe y bochornoso, perdiendo continuidad y generando confusión en el espectador, por una mala distribución de la historia. Un argumento que promete más de lo que ofrece, haciendo que la película llegue a hacerse pesada a pesar de su corta duración. Flojas interpretaciones y una calidad técnica pobre y lamentable.
La historia del clan familiar, daba para algo más interesante.