Habitaciones para turistas

Si hace poco escribía que podemos referirnos al western como el género de los géneros, hoy se me ocurre que el terror es el generín de los generines. Partiendo de esta base la nota que otorgo a las obras que destacan mínimamente se ve algo inflada si la comparamos con generos más... como decirlo, consolidados. Así pues esta, original a ratos, peculiar cinta de terror argentino, con una moralina desternillantemente cachonda, se lleva un siete y medio.
Me ha gustado mucho la forma de jugar con el blanco y negro a la hora de dar enfoque y sobre todo profundidad a muchos de los claustrofóbicos planos.
No he podido evitar pensar en La noche de los muertos vivientes, Robert rodriguez o Tarantino, durante toda la peli.
En defintiva, es esta una más que digna muestra de un género que casi siempre roza el ridículo más torpe y casposo, no hay más que ver bodrios ponzoñosos del tipo Hostel.

Considero que esta película está muy bien hecha, aunque su idea es tormentosa, (casi vomitiva). Me parece excelentemente filmada. Las actuaciones tienen sus altibajos, y el suspenso se mantiene hasta el último. Sin embargo, debo admitir que odio el género, odio la idea del asesinato porque si (aunque aquí un argumento busque justificarlo). Tengo los machetes en mi cabeza, y una sensación de asco y temblor al escribir estas breves palabras. Definitivamente no es mi tipo de películas, pero puede agradar a los que les gusta embriagarse de una buena dosis de desagradable asesinato sin sentido...
¡Bien por el cine argentino creciendo en géneros y calidad!

Me parece que éste fue uno de los trabajos más reconocidos de los García Bogliano en diferentes festivales, que los catapultó como cineastas de este género en Argentina. Mucho se habla de lo especial que resulta la película –sobre todo por la fotografía–, al retomar el blanco y negro y aumentar por mucho la credibilidad del filme para colocarlo en la categoría que le confiere dentro de la filmografía de los mismos directores y mejor aun dentro de las del género en Hispanoamérica. Particularmente la noto correcta, disipa mucho la violencia y en efecto, da otro aire que la diferencía de cientos que han sido rodadas y que lo explícito es elemento primordial para la generación del morbo.

Al ser una historia lineal se espera la primera agresión, persecusión u homicidio; no hay ese juego del tiempo y espacio que puede darse con la edición y así reafirmar el interés del espectador por la cinta (sobre todo para su presentación en DVD), aunque en cine puede que de un resultado mejor, mas se hoy se deben tener en cuenta estos detalles debido a que la recomendación se alcanza hasta fuera de cartelera. Hoy me temo esa quedará entre los amantes del género.

Otro aspecto es la trama, la cual sin develar absolutamente algo de los móviles de cada homicidio –como bien se puede deducir– y perpetrados en este film, los guionistas y directores nos conducen a una serie de hechos atroces en los que la doble moral, la ignorancia y la devoción incitan a que ninguna de las jóvenes llegue a su destino. ¿Por qué? Esa explicación es tardía, algo con lo que no concuerdo mucho y me imposibilita concebir que todo el peso del argumento se lo dejen de lleno al clímax, hay que tener talento para conducir al espectador hacia donde se desea, pensando siempre que la paciencia puede agotarse.

Propuesta interesante, solo eso.

Otra de García Bogliano en el que, otra vez, mete la puyita del cine argentino; «El lado oscuro del corazón», «Yo, la peor de todas» o «Sur», son algunas de las películas que cita una estudiante de cine que dice que quién diga que en Argentina no se hace buen cine es que «dice pavadas». Y es así, por lo menos esta película, ópera prima de García Bogliano, podrá tener muchos fallos, podrá ser algo más aburrida y larga que las demás que tiene, por ejemplo «Masacre esta noche» [7], maravillosa donde las haya pero lo que no se le puede negar es que ya apuntaba maneras.

Ya podemos ver esa mezcla de gore y de suspense que tan bien se le da, ese guion tan bien construido en el que nada es lo que parece ser y que de buenas a primeras pega un vuelco. Como ya digo hacia el final ya se nota el tedio pero hay que verla entera, y digo hasta el final, porque hasta ese momento pasan cosas. Por lo que leí tardó cinco años en completarla con amigos de universidad así que tampoco está mal. Por cierto, quién es el de la máscara que me lo masco.