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Stopmotion

Terror Una animadora de stop-motion lucha por controlar sus demonios tras la pérdida de su autoritaria madre. (FILMAFFINITY)
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
17 de octubre de 2023
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
El stop-motion es una técnica de animación que consiste en dotar de movimiento a objetos estáticos por medio de la sucesión de una serie de imágenes fijas. Muchos que de forma amateur intentamos crear historias audiovisuales, hemos practicado con esta técnica con resultados de todos los colores. A través de la mezcla de animación e imagen real la película Stopmotion muestra las singularidades de esta forma de realizar animación, además de ahondar en las inseguridades del artista y en el bloqueo creativo.

Ella es una animadora stop-motion cuya madre, con la que tenía una relación complicada, ha fallecido recientemente. Ella se vuelca en la filmación de una macabra película de animación, la cual se convierte en escenario de su duelo interno. No obstante, pronto los muñecos comienzan a cobrar vida propia, haciendo que Ella se cuestione su cordura.

Stopmotion es el primer largometraje de Robert Morgan, director con una dilatada carrera de cortometrajes rodados con la mencionada técnica de animación. Cuenta con el sello de IFC y Shudder, y está protagonizada por Aisling Franciosi (Lyanna Stark en Juego de Tronos), una actriz con un rostro que transmite la fragilidad e inseguridad de su personaje.

Aisling interpreta a una animadora que vive bajo la sombra de su controladora madre (Stella Gonet). Una madre que es una leyenda en el campo de la animación pero que requiere de la ayuda de su hija para ejecutar la técnica de stop-motion, así como para comer, puesto que tiene una artritis que se lo impide. Esta relación maternofilial es la trama más floja de la película: resulta manida, torpe y se ha visto mil veces en pantalla.

Pero Stopmotion no es una película sobre una madre opresiva. Una vez desaparece la figura de la madre, Stopmotion se convierte en un film que nos habla de lo que supone ser un artista: desconocer lo que se está haciendo, los miedos y los plagios. Y es aquí donde aparece la magia de la película, ya que la animación pasa de ser un tanto naif, a tener un diseño de lo más siniestro y tenebroso. Hacía tiempo que no veía una animación con un look tan terrorífico, en la línea del Mad God de Phil Tippett.

A partir de aquí ficción y realidad se entremezclan durante todo el metraje. La carne adquiere un papel protagonista y se funde con la cera que sirve de molde para los personajes de animación.

No dejéis que los menores vean esta película. Me gustaría apuntar que a pesar de que contiene imágenes bastante desagradables que pueden remover estómagos, es un poco exagerado hablar de desmayos en algunas proyecciones, hecho que ha llegado a mis oídos.

https://www.terrorweekend.com/2023/10/stopmotion-review.html
TerrorWeekend
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20 de marzo de 2024
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante y sorprendente debut de Robert Morgan tratándose de su ópera prima. Ha elaborado una película diferente, que trata de innovar en un género tan explotado y manido, con resultados positivos aunque haya aún margen de mejora.

Ella, a quien pone rostro Aisling Franciosi, es una joven oprimida, influenciable y, en definitiva, una marioneta en manos de los demás (especialmente en las de su madre). La interpretación de la actriz protagonista es bastante notable, reflejando los sentimientos de nerviosismo y ansiedad que muestra su personaje a lo largo de la película, cayendo lentamente en un abismo de locura y desesperación en el que se ve sumida conforme su película avanza a medida que su vecina le relata la historia que servirá de inspiración para su guion.

Hablando de la niña, Caoilinn Springall también realiza una buena interpretación, transmitiendo mucha naturalidad y frescura pese a su corta edad y habrá que estar atentos por si despunta en el futuro en nuevos proyectos. El resto de intérpretes cumple con su cometido, sin llegar a resaltar ningún nombre debido al poco desarrollo de sus personajes.

Las escenas animadas con stop motion son fantásticas: están dotadas de un toque sucio, oscuro y truculento que aporta una sensación de mal rollo que encaja a la perfección con el conjunto. Los primeros compases son algo más lentos, ya que se presenta el conflicto, hasta que comienza el verdadero terror, donde se alterna realidad y ficción, sin saber muy bien qué está ocurriendo. La artista se obsesiona con terminar su proyecto, iniciándose un descenso a la locura y a los infiernos del que no sabemos si saldrá bien parada. En este tramo predomina un tono más gore además de momentos oníricos y de desconcierto total, los cuales no serán del gusto de la mayoría del público.

Imperfecta y arriesgada, me parece una propuesta original y por ello considero que merece más nota de la que le otorgaría a otra del género.

Nota final: 7.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Wolfwood
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23 de marzo de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Stopmotion (2023) se trata del primer largometraje del director Robert Morgan, conocido por sus cortos animados mediante el stop motion. La película fue preestrenada en el Festival de Sitges donde cosechó una buena recepción crítica. Está pendiente de estreno en España. 

La película, que tiene mucho de autobiográfico, nos presenta a una protagonista principal interpretada por Aisling Franciosi que trabaja como animadora de Stop motion. Las semejanzas con el propio Robert Morgan son más que notorias, y durante mucho metraje la película nos presenta el propio proceso de animación y como se construye un proyecto , fotografiando cada posición que realizan los muñecos. Las secuencias en las que vemos dándole vida a sus personajes animados son de hecho uno de los grandes atractivos de la película.

La película en realidad cuenta una historia excesivamente simple. Todo lo que se nos plantea es el bloqueo creativo que sufre la propia protagonista, que una vez liberada de la férrea mano de su madre, quien también era artista, se da cuenta de que es incapaz de crear por si misma (de ahí el personaje de la niña, que a la manera de musa maldita viene a inspirar a la artista). No hay mucho más allá de esta esquemática idea, que luego tiene sus propias derivas eso sí (las drogas como vía para la creación, el cuento cautelar en el que trabaja la propia protagonista e incluso la propia sensación de sentirse manipulada como si ella misma fuera una de sus muñecas), pero no es desde luego en el guion que firma el propio Robert Morgan en colaboración Robin King donde nos encontramos con los puntos más fuertes del filme.

Donde si brilla la película es en el propio trabajo de stop motion, valga la redundancia, en las  secuencias que están animadas también por el director de la película y que son a la vez una historia dentro de la historia. Esa extraña y confusa historia que poco a poco va desarrollando la protagonista (con ayuda de esa misteriosa niña), y que pasa de ser una historia más o menos inocente a un cuento de absoluto terror. Los simbolismos que emplea la película son simples pero eficaces, a medida que la artista se va comprometiendo con su obra, repercute en el propio estado de su condición física como en la de sus muñecos, llegando a emplear carne y organismos vivos para poder recrearlos (por cierto, algo muy Croenenbergiano). 

Así, nos encontramos con una película que provoca al espectador unas sensaciones estéticas de horror y sobre todo de rechazo muy evidentes (como por poner un ejemplo, lo hace el artista español Enrique Marty con su obra), consiguiendo transmitir ese desequilibrio mental que acecha en cada esquina a la protagonista, pero dejando por el camino cantidad de elementos que podrían haber hecho de la película una obra maestra, como sí lo es Mad God de Phil Tippet, con la que se ha comparado en ocasiones por emplear también la técnica del Stop motion y tratarse también de una película de género, que busca en ciertos aspectos unos sentimientos de rechazo muy parecidos. 

Conclusión

Stopmotion es una película que cuando se propone ser oscura consigue alcanzar cotas de gran intensidad, pero que lejos de las terroríficas secuencias de animación se vuelve más repetitiva e intrascendente. En todo caso, una película que merece la pena vivir como experiencia, por apelar de manera tan evidente a nuestros propios miedos primarios. 

Cinemagavia.es
Kyrios
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26 de marzo de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dirigida por Robert Morgan y protagonizada por Aisling Franciosi, Tom York y Caoilinn Springall.

Una animadora de stop-motion lucha por controlar sus demonios tras la pérdida de su autoritaria madre. 

El primer largometraje del director Robert Morgan es una experiencia intrigante, terrorífica y angustiante, aunque no termina de consolidarse como una película completa. Nos encontramos frente a una película interesante en todo lo que abarca su agobiante premisa, con la cual vamos experimentando el recorrido hacia la locura y la obsesión del artista que es consumido por su propia arte al borde de llegar realmente a lo irracional de una obra perfecta.

Su director, que tiene una experiencia notable en el arte de la stop motion, nos brinda una alucinante puesta en escena de realidad y animación que va jugando con nuestros propios miedos y resistencia gráfica a todo lo que rodea a la película. Es una dirección explícita en cuanto a graficarnos las cosas, no diría que gore, pero sí bastante demostrativa de la decadencia de un artista. Uno puede llegar a resaltar como gran plus de la película lo realmente tétrico que llegan a ser las creaciones de los personajes de stop motion son realmente terroríficos y desagradables.

Es una película que tiene su gran fuerte en saber mezclar lo escalofriante y trágico a partes iguales, donde explora con eficacia la relación, a menudo tóxica, entre el arte y el artista, cosechando una propuesta interesante para los que esperan encontrar algo diferente de lo habitual en cuanto a un género que de vez en cuando sigue brindando propuestas que realmente valen la pena darle la oportunidad como es el caso de Stopmotion.

Es lenta y algo tediosa, lo que significa que no encajara con todos los espectadores, pero a los que siempre andan buscando propuestas novedosas esta sí será realmente una buena elección para disfrutar.

No es una película perfecta, pero bien vale la pena al menos apuntarla dentro de esas películas que deberías ver y hacerte tu propia idea de lo que significa todo el mundo que esconde la propuesta de Robert Morgan que como debut en los largometrajes deja bastantes cosas interesantes por las cuales ilusionarse y otras tantas para esperar que el director siga puliéndose con sus próximos proyectos.
Yoamoalcine
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8 de abril de 2024
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Robert Morgan debuta con una más que interesante propuesta enfocada al terror psicológico, con tintes dramáticos y una suficiente ración de gore.

El filme plantea la eterna problemática sobre el bloqueo creativo entre el artista y su creación. En este caso, la creadora (Aisling Franciosi) es la hija de una afamada directora de películas de animación en stop-motion (Stella Gonet). La muy exigente animadora utiliza a su hija para las labores técnicas como si fuera un instrumento más, sin darle la oportunidad de participar en el proceso creativo. Cuando la ingresan y su hija se encarga de la película, la necesidad de reconocimiento y el ya comentado bloqueo hará que la mente de la joven se pierda en la locura.

Morgan transmite la tensión dosificándola de forma exponencial, hasta llegar a un sangriento clímax. El cargado ambiente de la película es un reflejo de las neuras de la protagonista, incluyendo escenas de animación perturbadoras que ayudan a crear una atmósfera inquietante. Utiliza recursos ya vistos en obras parecidas y acaba haciéndose previsible, pero ello no afecta a un resultado final más que correcto.

Aisling Franciosi es la otra gran baza del filme: su interpretación resulta angustiosa y creíble, con un personaje que evoluciona progresivamente hacia el abismo mental al que va encaminado.

Sin duda, una de las sorpresas de Sitges 2023.
Richy
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