Tintín en el lago de los tiburones

Tuve muchas ganas de ver esta película en su día, debido a que me encantan los cómics de Tintín. Tuve un sabor algo agridulce.

Por un lado, me gustó mucho el diseño de los personajes, el ambiente, el doblaje, la música de la película (a veces la taraneo) y algunas escenas divertidas, y sobretodo ver a todo el elenco de personajes de Hergé en esta película, hasta la Castafiore, aunque solamente al final de ella un ratito, pero algo es algo. El problema es que la historia no es demasiado original, y es muy simple en comparación con otras historias como "El loto azul", las dos de la luna, "El cetro de Ottokar", "La oreja rota", "Tintín en el tíbet" o "El asunto Tornasol". Aún así, la historia es entretenida y da gusto ver en acción a todos los personajes, todos naturales, aunque podrían hacer hablar a Milú aunque sea a escondidas, como en los cómics. Buena elección la de escoger a Rastapoupolus (o como se escriba).

A pesar de todo, la recomiendo para adentrar a los niños en el mundo de Tintín, que no muchos lo conocen de las nuevas generaciones. Un 7'5.

Deseo vivir en mis recuerdos, eran hermosos hasta que la realidad me despertó.


Película de animación sobre Tintín, donde el joven periodista, una vez más, y sin querer, se verá envuelto en una nueva aventura donde tendrá que descubrir al malo que se está apoderando de los tesoros de los museos de todo el mundo, y todo ello en compañía de su fiel amigo canino Milú, además de los amigos de siempre, Haddock, Tornasol y los inseparable Hernández y Fernández.

Estéticamente el dibujo del film es antiguo, bastante simple, donde los fondos marcan los ritmos en vez de los personajes y estos sólo se dedican a caminar de un lado a otro obligados por el guion, que es sencillo y lineal, casi sin pistas, donde todo ocurre poco a poco y donde incluso hay veces que se sacan de la manga el siguiente movimiento, todo ello lento y casi sin emoción, para un final típico de Hergé.

Recuerdo haber visto esta película ya en mis años juveniles, y la recordaba de otra forma, la tenía mucho más idealizada, por eso el despertar y asesinar a esos recuerdos es duro, de ahí mi decepción, porqué hay veces que es mejor dejar esos recuerdos sin tocar, porque asesinarlos ya que no traen nada bueno.

Recomendable sólo para amantes del rubio periodista.