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La mujer rey

Acción. Drama Una epopeya histórica inspirada en los hechos reales que sucedieron en el Reino de Dahomey, uno de los estados más poderosos de África en los siglos XVIII y XIX. La historia sigue a Nanisca (Davis), general de la unidad militar exclusivamente femenina y a Nawi (Mbedu), una recluta ambiciosa. Juntas lucharon contra enemigos que violaron su honor, esclavizaron a su gente y amenazaron con destruir todo por lo que habían vivido.
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Críticas 30
Críticas ordenadas por utilidad
24 de noviembre de 2022
30 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
La mujer rey es la nueva película de la ya veterana realizadora estadounidense Gina Prince-Bythewood. A pesar de no ser un nombre célebre, Bythewood lleva más de dos décadas haciendo películas, y este parece ser su año. La mujer rey ha llegado muy fuerte, posicionándose como uno de los trabajos a tener en cuenta en la carrera hacia los Oscar (aunque sospecho que esas expectativas se van a ir disipando conforme se acerque la ceremonia). Y aunque no es ni mucho menos un trabajo terrible, la verdad es que a mí me ha dejado insatisfecho.

A nivel estructural, tonal y argumental, La mujer rey arrastra un olor pretérito. Tiene las hechuras de las épicas históricas que Hollywood sacaba hace décadas y que arrasaban en las temporadas de premios, hermanándose con cintas como Braveheart o El último mohicano. Comparte muchos rasgos con estas producciones: espectáculo, caracterizaciones sencillas y un mensaje claro y mascado, con dos bandos muy bien delineados, donde tienes en un lado a los buenos y en el otro a los malos (no creo que sea casualidad que el cine de superhéroes, que empezó a arrasar a la vez que el cine épico entraba en declive, suela exhibir muchas de estas características). El guion de Dana Stevens plantea un conflicto muy general y lo ambienta en un contexto histórico con el que juega como le da la gana, manteniendo el rigor en los aspectos que le interesan e ignorándolo cuando los hechos dificultan el fluir narrativo o contradicen el mensaje que se pretende transmitir. Que no pasa nada, ojo, al fin y al cabo toda obra artística tiene una intencionalidad y, como he dicho en otras ocasiones, esto no es un documental. Mi problema está, más bien, en lo considerablemente simplones y previsibles que pueden llegar a ser muchas de estas películas. Huyen de la complejidad y temen que el espectador se confunda o se encuentre con algo que no le guste, por lo que carecen de riesgo y de sorpresa. Y en La mujer rey, desde luego, el riesgo y la sorpresa brillan por su ausencia.

Centrándonos en los problemas de este guion en particular, yo destaco dos. El primero es la inclusión de subtramas completamente supérfluas e innecesarias, sobresaliendo el romance entre Nawi y el papasito portugués, que sobra tantísimo, aporta tan poco y está escrito de manera tan tosca que roza lo lamentable. Hay otra subtrama que no desvelaré porque es presentada como una revelación importante, pero que tampoco creo que añada nada sustancioso a la historia y que me sirve para enganchar con el segundo problema: la sobrecarga temática. La mujer rey quiere hablar de todos los temas de moda en el Hollywood contemporáneo: el machismo, el rol de la mujer, la esclavitud, la identidad étnica… Los temas están incorporados de forma orgánica, pero desarrollados, en más de una ocasión, de manera pueril e insatisfactoria. El foco del argumento parece cambiar a mitad de la peli, que necesita añadir líneas argumentales suplementarias para comentar, aunque sea de pasada, todo lo que quiere abordar, además de tener que recurrir a un cuarto acto después de lo que, de haber estado mejor escrito, tendría que haber sido el desenlace.

La propuesta estética de Prince-Bythewood y de la directora de fotografía Polly Morgan es igualmente predecible, optando por colores cálidos y un buen puñado de planos amplios y panorámicos. Tiene el look habitual de este tipo de cine y el resultado, sin ser brillante ni memorable, es aceptable. Hay cierta visceralidad en las escenas de acción, pero su montaje es a menudo demasiado abrupto y desatinado, con lo que acaban resultando más planitas de lo que podrían haber sido. Sí que encuentro más atractiva la banda sonora, que en algunos momentos consigue brillar bastante.

Las mayores virtudes de La mujer rey residen, qué duda cabe, en el apartado interpretativo. Viola Davis es una máquina, lo sabemos todos. Se ha puesto en forma y ha conseguido sacar adelante el carácter físico de Nanisca, y obviamente tiene capacidad actoral de sobra para lucirse en las escenas más dramáticas. Y aun estando Viola Davis, para mí destaca aún más la musculosa e imponente interpretación de Lashana Lynch, que domina por completo cada escena en la que aparece. Thuso Mbedu, que comparte posición protagónica con Viola, también hace un trabajo bastante bueno, mientras que John Boyega y Sheila Atim aprovechan su poco tiempo en pantalla para darles algo de entidad a sus personajes. Lo único que no entiendo es qué coño hace el chaval de After haciendo de portugués. Me sobra por completo.

En resumen, La mujer rey es un trabajo que cumple con los preceptos y satisface las necesidades más básicas del género al que pertenece, pero que no consigue ir mucho más allá. Se habría beneficiado de más personalidad, de un guion menos predecible y de una caracterización más rica, tanto de sus personajes como del reino de Dahomey, ya que para ser una película que pretende celebrar la cultura africana, le dedica mucho menos tiempo del que debería. A su favor tiene unos cuantos momentos visualmente interesantes, un elenco estupendo, una banda sonora competente, una historia que, aunque no ofrezca ninguna sorpresa, se mueve con rapidez y una progresión temática que, aunque irregular y algo sobada, no me cabe duda de que está hecha con buenas intenciones. Para mí erra casi tanto como acierta, así que no puedo recomendarla sin reservas, pero si echas de menos la fórmula más clásica del cine épico, no creo que pierdas nada por darle una oportunidad.

Calificación: Insuficiente/Pasable
Dabi
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26 de diciembre de 2022
43 de 72 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buscar trasfondo histórico en esta película es pura fantasía. Es una típica y tópica película de superheroinas acorde con la corriente ideológica imperante de la que solo disfrutrarán los que la vean con la mente en blanco o con el ánimo de sentirse consolidados en su ideología.
Cuando alguien intenta venderme este producto como inspirado en hechos reales y me encuentro con lo que me encuentro, apaga y vamonos.
Pero bueno, si alguien se siente "empoderado" con estas cosas, enhorabuena. Pero hay muchas maneras mejores de sentirse "empoderado" que con una ficción ridícula como tantas abundan ultimamente.
Y conste que me senté a verla con la mejor de las intenciones.
unomas2004
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4 de abril de 2023
12 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
El racismo está dando una vuelta surrealista. Indagando sobre el trasfondo histórico de esta película descubres que... los protagonistas eran de una tribu de esclavistas que capturaban a sus vecinos para luego venderlos.
Es decir, literalmente hacen una película que lejos de buscar, al menos, mostrar las luces de unos personajes completamente denostables bajo la óptica moderna, se les pone como HEROES.

La película es altamente decorativa. Si no la vendiesen como un evento histórico, pues cada cual que disfrute con lo que le parezca, pero si te metes en la "verisimilitud", al menos no enaltezcas a esclavistas.

Un horror superficial.
el_desertor
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12 de febrero de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El gran problema de base de “La mujer rey”, del que emanan todos sus muchos defectos es que no hay un proyecto que respalde la película sino que es una película hecha por encargo para respaldar la idea de que las mujeres pueden ser tan aguerridas y buenas gobernantes como los hombres. Así que pervierte el ciclo natural del arte, el de tener una idea y desarrollarla, para construir (o intentarlo al menos) un entramado argumental de mujeres guerreras que aseguran el orden y la justicia frente a hombres violentos negros y esclavistas blancos. Supongo que a algún fenómeno de las excels y los powerpoints le debió de parecer viable que si Marvel triunfase en Wakanda con una chica negra desarmando a diez SEALs franceses blancos con una lanza láser, quitando la parte láser de la lanza y reduciendo los SEAL a cinco la cosa tendría que pasar por un rigor documental.

Sin tocar aún la parte técnica, “La mujer rey” adolece de una falta de credibilidad realmente torpe. Realmente, el único elemento que nos puede hacer pensar en una película basada, inspirada o rozada por hechos reales son los textos blancos en el inicio y la conclusión de la película propios de las películas que contextualizan la trama al principio y exponen qué fue de los protagonistas al final pero que, leyéndolos cuidadosamente, en “La mujer rey” no contienen más que vaguedades propias del que no quiere mojarse dejando nada por escrito. Por no decir, no dicen ni dónde se desarrolla la película. Se supone que en un reino llamado Dahomey (que sí que existió) pero no comenta ni cuándo ni hace el más mínimo esfuerzo porque el espectador lo ubique sin recurrir a la Wikipedia. No se da una idea de su extensión, ni de su organización política, ni de su economía porque lo único relevante parece ser que, convenientemente, disponía de un cuerpo de mujeres soldado, las agojie de Wakanda, presentadas en la película como una mezcla de Rangers y Guardias Civiles, pero con armas blancas. La credibilidad de “La mujer rey” parece seguir un esquema Ponzi, piramidal, que basa la existencia de la mujer rey porque existen las supersoldados agojie, a las que a su vez me tengo que creer porque me afirman que existe un sitio llamado Dahomey… del que nadie ha oido hablar. Cimientos documentales de barro.

Así que tenemos una película que quiere hacer pasar por hechos reales una historia que suena, como mucho, a leyenda. Desde luego no lo consigue presentando un contexto histórico y geográfico solvente, pero se aprovecha del desconocimiento general de la historia de África para sembrar la duda. Aquí tengo que decir que, sinceramente, sin conocimiento en uno u otro sentido, estaba dispuesto a creerme la película en la medida que sus promocionadas escenas de acción fuesen convincentes… y salgo pensando que las agojie son una ficción afortunada de Marvel. En el plano táctico, las batallas son melés sin sentido con un diseño mucho más cerca de las películas chinas que de “Hermanos de Sangre”. No falta la estrategia supernovedosa de empapar el terreno en alquitrán sin que se entere el enemigo y prenderle fuego. La coreografía de las peleas es mala, tirando a esperpéntica: las agojie hacen parkour, tienen armas de videojuego y, en batalla, tienen ocurrencias gloriosas como adaptar la catapulta infernal de unos hermanos que se enfrentaban a Oliver Aton en Campeones.

Estructuralmente, va en la línea de reproducir “Braveheart” pero con elementos de bajo coste (que no baratos). Gibson construyó su maravilla alrededor de espectaculares batallas que aquí ya hemos dicho que son bastante cutres; William Wallace tenía sus momentos de introspección y aquí tenemos a la lideresa lidiando con la soledad del poder, el mansplaining y el trabajar para un hombre (aunque sea negro y rey); Enrique II y su hijo tenían sus momentos en los que hablaban de su estrategia y “La mujer rey” mete algunas tramas de alta política, pero resultan incomprensibles porque no sabemos quién es quién ni quién manda en qué. Mel Gibson dejó espacio al amor y el romanticismo y la jefa agojie no deja pasar la ocasión de protagonizar sonrojantes escenas de culebrón y reencuentros con seres perdidos. Pero, sobre todo, Gibson unió todo con inteligencia y sentido del espectáculo y “La mujer rey” salta de un tema a otro sin demasiado sentido del ritmo ni de la épica y siempre de la misma manera: alguien le dice a Viola Davis que acecha un peligro y la jefa pone cara de mala leche, grita "Agojie", las otras aúllan, cogen las armas y se adentran en la jungla con andares de chicas duras.

Dura, muy dura de ver hasta el final. Cuando ya te has hecho a la idea de que es todo una ficción y de que las batallas son una ful, empiezan con la turra feminista. Y cuando crees que han terminado, aún les queda el victimismo racial. Y luego se ponen a exhibir cánticos y bailes regionales sin venir a cuento. No termina de tocar fondo ni cuando salen los créditos finales.
OsitoF
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1 de abril de 2023
11 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Últimamente las películas cuya protagonista era una mujer se me hacían muy repetitivas porque eran muy insistentes en que una mujer estaba haciendo cosas que no podía por ser mujer, es decir, demasiado exposición y recalcar algo que ya estaba viendo con mis propios ojos. Puedo hacer una conexión del punto A al B señor director o guionista no necesito más ayuda.

Por desgracia esta película distorsiona una historia real de un grupo de guerreras que fomentaron el esclavismo de sus pueblos vecinos. Si queréis conocer más de la historia real os recomiendo: "Warrior Women with Lupita Nyong'o". Esta actriz tras estudiar la historia real de su papel y como se presentaba en la película lo rechazo y fue sustituida por Lashana Lynch.

La película tiene un buen reparto y buenas actuaciones, sobre todo por Viola Davis que roba toda la pantalla y es la primera vez que la veo en acción y me ha gustado poder ver esa faceta suya. No como John Boyega, que todavía estoy esperando a que haga algo como mínimo aceptable, solo sabe hacer una expresión en toda la película.

Yo la única guerrera africana que conocía antes de la película era Yennenga por el juego de mesa “Unmatched vol. 2”. Aquí tenemos una buena historia pero me siento un poco culpable cuando la veo. Algo parecido cuando veo a los españoles solo mostrando que éramos personas horribles durante el colonialismo y no se muestra como ayudo al desarrollo de estas zonas, incluso las colonias llegaron a tener mejor nivel de vida que la península, y como se libero a la población de civilizaciones que se basaban en los sacrificios humanos. No puedes poner a mujeres que ayudaban al esclavismo como libertadoras, es algo contradictorio. No me hubiera sentido engañado si hubieran usado una cultura ficticia pero este lavado de cara es bastante cuestionable.
VRMASTER
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