Scream (Serie de TV)

Es moralmente correcto que antes de escribir esta crítica deba decir que adoro los slashers... vale, quizás no "todos" los slashers, pero este es un género que siempre me ha llamado la atención. A decir verdad, ni siquiera creo que el género al que pertenecen sea terror, sino que se crea una mezcla entre varios. ¿Quieres hacer una película de este estilo? Añade adolescentes con coeficiente intelectual bajo, un asesino carismático, muertes creativas, TODOS los clichés que puedan caber en una cinta, un final inesperado, y ¡bum! Tienes una peli que sin duda yo iría a ver.

Ahora bien, como dice el personaje de Noah Foster (mi favorito, e imagino que el de todos): "No se puede hacer una serie de un slasher". Joder que no. Y aquí esta la quinta entrega de la saga Scream en formato televisivo para demostrarnos que no es cierto. No podéis imaginar mi escepticismo al saber que seria la MTV la que produciría dicho programa. ¿La MTV? Canal que abusó de la serie Misfits que me tuvo enganchado hasta que la torturaron inmisericordemente quitando todo aquello que me gustaba y le daba originalidad... Eso sí que daba miedo.

Pero ahora me veo el primer capítulo, y en la CARA, nada más a los 3 minutos de empezar... bueno todos imagináis lo que pasa ¿no? ;) Muchos dirán: "pero tío, si los actores son de lo peor que hay", pues claro coño, si pusiesen actores profesionales sería yo el primer ofendido, "pero loco, si hay más clichés que políticos corruptos", pues claro carajo, un slasher sin clichés es como una porno sin sexo, NO TIENE SENTIDO.

Y aunque no lo parezca, hay muchos momentos de angustia, de suspense, de... miedo. No quiero hacer spoilers, pero la escena final del tercer capítulo me tenía verdaderamente angustiado, y en esto el formato televisivo ayuda muchísimo. ¿Por qué? Vale imaginaos esto: después de "Viernes 13", "Pesadilla en Elm Street", "El muñeco diabólico", ¿de cuántos nombres de personajes os acordáis? Quizás del prota, o de la chica con las peras gordas, pero en el fondo no nos acordamos porque "no-nos-importan". No pensamos en ellos como personas de verdad, que tienen sus vidas y sus problemas, para nosotros no son más que víctimas. Pero el que la cinta ya no dure 90 minutos, sino 7 horas y pico repartidas en 10 episodios hace que desarrolles un cierto cariño por todos ellos, y que de verdad sientas "temor" de que a estas víctimas potenciales las pasen por el cuchillo.

En definitiva, creo que hasta lo que llevo de serie están haciendo un buen trabajo por el género que muchos de nosotros amamos, y espero que esta crítica-opinión os empuje a verla.

La serie funciona y sí, engancha, porque ya no estamos en los 90 y tenemos que adaptarnos a nuevos espectadores y nuevas generaciones para los que las películas, increíbles, de Wes Craven, están, desgraciadamente obsoletas. Así que, damos un nuevo giro a la historia, metemos móviles de última generación, IPod, YouTube, un grupo heterogéneo de jóvenes. Pero la esencia sigue siendo la misma. Por eso tenemos a la virgen, una Willa Fitzgerald bastante aceptable como Emma (aunque nada comparable a Neve Campbell) y su grupo de amigos perfectos; Brooke (Young), Will (Weil) y Jake (Maden), a los que más tarde se unirán los frikis Audrey (Bex Taylor-Klaus) y Noah (Karna); después aparecerá el novio gallito, Kieran (Serafini) y el nuevo (y siempre sospechoso en un slasher), Stavo (Santiago Segura –al que nombre y apellidos en nuestro país no le hacen justicia-). Giros inesperados, muertes violentas, humor negro (haciendo un homenaje a su creador original, Craven), gritos, huidas, muy buena banda sonora y muy buena fotografía hacen de ella una serie fresca para los que nos gusta el género Slasher.

SCREAM es como mirar al futuro desde el pasado en 1996.
Seguro que tenéis alguna caja de juegos vieja en el armario del recibidor. Un colorido trozo de cartón recubierto por una fina capa de polvo lleno de gigantescas letras en relieve que prometen diversión durante horas y para toda la familia.
El slasher comparte algo con esa caja. Un juego al que puedes jugar una y otra vez y, aunque siempre llega un punto en el que se vuelve tedioso y repetitivo, tiene al menos un par de balas en el tambor que te harán disfrutar.
Netflix ha cogido las instrucciones y le ha dado una última vuelta a la peli de Scream, esa saga que creíamos ya muerta en el 2011, con un film final que arañaba más la comedia que el thriller y que, golpeando con fuerza la cuarta pared, muchos consideramos una reflexión intertextual sobre el genero más que la brillante despedida de la eterna superviviente Sidney Prescott.

Pero al grano ¿qué decir de la última partida de este juego de mesa? Sencillo. Se ha portado bien, se han respetado la mayoría de las reglas y el final, aunque no alcanza la apoteosis que cuecen durante los 10 capítulos, no nos deja indiferentes.
La serie hizo lo que prometió que no se podía hacer a mitad del primer capítulo; adaptar el slasher a serie. Y no hacerlo demasiado mal, por cierto.
Y un slasher, más que tener muertes absurdas, giros de trama inesperados, personas inofensivas que se aproximan por detrás a víctimas asustadas, son secuelas.
Ver esta serie implica comprometerse con el nuevo Gohstface. El rostro de 1996 en 2015.

1. Los personajes

Personajes cliché:

La pija: La tia buena forrada. En realidad casi todos están forrados, pero esta lo está aún más. Es borde, insoportable, popular, promiscua y repelente. Si la tuvieras al lado te acabarías pegando un tiro. Lo más probable es que su padre tenga un cargo político importante y tarde o temprano habrá una fiesta en su casa, en la que, como es lógico, habrá muertes.

La monja: Esta es la protagonista. Nunca morirá. El asesino podrá pesar 20 kilos más que ella, ser el campeón del mundo de los asesinos, ser Dios o Zeus, pero nunca conseguirá matarla. Es buena, o eso quieren hacernos ver. Está buena, como el resto del reparto, pero a sufrido por amor. Normalmente tiene un ex novio capullo y está a la espera de que aparezca el príncipe azul. Es madura, valiente, de mente preclara y siempre tiene alguna trágica historia familiar.

El exnovio capullo: Está bueno. Suele tener 10 años más que el personaje al que interpreta (como el resto del reparto), y si no es el asesino nunca llegará a ver el final de la historia.

El príncipe azul: Suele ser nuevo en la ciudad. Está bueno. Viste a la última, tiene pelo Pantene y sonrisa Profident. Es el típico que va a una fiesta para una vez allí alejarse para estar solo y pensar, porque los príncipes azules son muy de pensar. Es el típico sufrido, sacrificado y protector. Estos o son el asesino o no tienen ninguna gracia.

El friki: Es el más feo de los personajes, aunque en realidad está bueno. Esta especie de Seth Cohen será un apasionado de los videojegos, los comics y las nuevas tecnologías. Puede mirar tus correos, tus fotos íntimas y los archivos secretos de la CIA mientras echa su primera cagada del día.

El amigo 1: Víctima 1.
El amigo 2: Víctima 2.
El amigo 3: Víctima 3.
El amigo n: Víctima n.

El normal: Error 404 character not found.

2. El guión.

El asesino que ha acabado con casi todos tus amigos te está persiguiendo por tu casa y en lugar de escapar o enfrentarte a él decides encerrarte en una nevera.

Hay un charco de sangre que sale de una habitación. Allí que vas.

En tu pueblo tus compañeros están cayendo asesinados como moscas, te están amenazando de muerte y tú te quedas solo continuamente, vas a la casa del malo, vas por el bosque, confías en la gente que no conoces y crees en el ratoncito Pérez.

El asesino, al que le estás pidiendo a gritos que te saque las tripas, no hace más que cumplir tus deseos.

3. Respeto por la película original.

Se han limpiado el culo con ella.

4. El asesino.

Mirad la máscara. Todo dicho.

5. Interpretaciones.

...

6. La serie.

Al menos son 10 capítulos, y pese a todo llega a entretener, aunque solo sea por ver el final.

7. El final.

(En Spoiler).

Con un arranque un tanto slasherizado del primer capítulo, y pensando en quién morirá en cada capítulo, te vas dando cuenta de que esto no es un slasher normal, de que es Scream, y que las apariencias engañan. Contiene la esencia de Scream, sin llegar a ser como las películas claro. Espero varias temporadas, y mas guiños a la triología original.