Haz click aquí para copiar la URL

El caso Asunta (Miniserie de TV)

Serie de TV. Drama. Intriga. Thriller Miniserie de TV (2024). 6 episodios. El 21 de septiembre de 2013 Rosario Porto y Alfonso Basterra denuncian la desaparición de su hija Asunta, cuyo cuerpo es encontrado horas después junto a una carretera a las afueras de Santiago de Compostela. La investigación policial pronto desvela indicios que apuntan a Rosario y Alfonso como posibles autores del crimen. La noticia conmociona a toda la ciudad e incluso al país. ¿Qué puede llevar a ... [+]
1 2 3 4 5 6 8 >>
Críticas 37
Críticas ordenadas por utilidad
24 de abril de 2024
145 de 173 usuarios han encontrado esta crítica útil
*La adopción que no debió ser

El caso Asunta se sirve de un cruento y muy famoso hecho real para armar una efectiva y vibrante true crime. El 21 de septiembre de 2013 dos padres denunciaban la separación de su hija en Galicia. No eran dos padres comunes. Ella, Rosario Porto (Candela Peña) era una abogada que provenía de una famosa y acomodada familia. Él, Alfonso Basterra (Tristán Ulloa) era un periodista freelance que había trabajado en diferentes diarios. Su hija Asunta, a la que poco después encontrarían fallecida en los márgenes de una carretera, tampoco era del montón. Asunta había sido la primera niña china que se adoptaba en Galicia. En teoría, una familia envidiable.

Famosas son ya las imágenes, de las que aquí se sirve la serie para dar comienzo a la historia, en la que unos sonrientes Rosario y Alfonso conceden una entrevista para hablar de su hija. Una niña que siempre aparecerá en la serie como una especie de ángel. Una niña risueña, obediente, educada y con talento para casi cualquier actividad. Lo que pasa es que pronto la idílica historia acaba ensuciándose. Porque los hijos no son juguetes. Y porque el matrimonio pronto se rompió de forma inevitable. Arrastrando con ellos a la inocente Asunta.

*Un caso enrevesado y turbio

Cumpliendo a la perfección El caso Asunta desde el inicio eso de las apariencias engañan. Porque en la familia Basterra Porto todo está contaminado. Ella, con sus problemas mentales. Siempre medio drogada y con toda una serie de episodios de internamiento e intentos de suicidio. Con un narcisismo tan grande que solamente le permite sentir pena por ella misma. Él con su mezcla de enamorado solícito y tóxico calculador. Con su gusto por el porno y su escaso poder económico. Una extraña combinación que acabará por explosionar con la infidelidad de ella y un divorcio que él nunca acaba de aceptar del todo.

Estando así Asunta en una situación de absoluta desprotección. Ya que por un lado, resulta lo único que termina por unir a Rosario con un hombre que ella no siente el adecuado. Porque se aburre. Porque en su narcisismo quiere sentir, siempre que las pastillas se lo permiten, un subidón de placer que junto a Alfonso es incapaz de experimentar. Y por otro lado, Asunta surge como la última opción de Alfonso para unirse de por vida a su mujer. Por eso el crimen aparece como un rebuscado, incomprensible y terrible desenlace.

*Sensacionalismo

Un hecho que El caso Asunta plasma desde la incomprensión y la constante pregunta que todo el mundo sano no para de repetirse. ¿Cómo pueden unos padres llegar a matar a su hija? Asombro ante lo innombrable, dudas por algunas partes del proceso y el constante amarillismo que la ficción quiere denunciar. Con una prensa carroñera dispuesta a todo por obtener la mejor foto o el mejor plano. Asombroso resulta contemplar como la Guardia Civil lleva a Rosario y Alfonso a registrar sus casas por segunda vez y una marea de prensa y gente les está esperando.

Algo constante durante los seis episodios que ponen en cuestionamiento la corrección moral del proceso que condenó a estos dos individuos. Que no la absoluta repulsión del crimen cometido. Cabe recordar que ambos fueron condenados a dieciocho años de prisión, tras rechazarse todos los recursos y constatarse que ambos idearon y ejecutaron el plan de acabar con la vida de su hija. Aunque respecto a las dudas, aún hoy se sigue sin haberse esclarecido completamente el motivo que les condujo a ello.

Y en esto surge la figura del juez José Antonio Vázquez Taín, que Javier Gutiérrez compone con su solvencia habitual. Un tipo que El caso Asunta muestra desde un cierto histrionismo. Siempre en duelo con el muchas veces poco colaborador con la justicia Alfonso. Así como muy obsesionado con tener la mano ganadora. Sin importarle si por el camino expone a los enjuiciados un proceso sin todas las garantías. Llegando a plantearse, en momentos, si muchas veces en este tipo de procesos lo que más placer genera es la verdad o la victoria.

*A los pies de Candela Peña

Aunque sin duda lo que más llama la atención de El caso Asunta es la magistral interpretación de Candela Peña. Es inexplicable lo que es capaz de hacer. Metiéndose en la piel de esta mujer enferma. De este ser repudiable que ella borda, haciendo imposible no dejar de mirarla. Siempre con esa voz aparentemente frágil, débil, muchas veces entrecortada y con tendencia al llanto. Permanentemente atontada, como drogada por tanto ansiolítico. Con un acento muy característico y una caracterización asombrosa, que Candela Peña magnifica con su gestualidad. Su cuerpo entre encogido y tímido. Sus ojos acuosos. Su mirada perdida. Impresionante.

Y junto a ella, un Tristán Ulloa impredecible. En un personaje huidizo. En ocasiones retador y en otras ratón de biblioteca. También acompañado de una caracterización muy solvente. Sin olvidar a la gran María León, como una de los policías judiciales que participaron en el caso. Siempre acompañada de esa paradoja que mezcla el horror de su trabajo con la felicidad que busca en su vida personal. Hace una pareja muy creíble y entrañable junto a Carlos Santos.

Interpretaciones que sumadas a un ritmo excelente, a una música utilizada de una forma precisa y a una buena conciencia de lo que se tiene entre manos hacen del conjunto una serie muy solvente. Sabiendo que el espectador ya conoce el caso de sobra, los creadores no arriesgan. Son fieles a lo sucedido y confían en que la realidad se sirve sola para armar un gran producto de ficción.

...
....
.
.
.
....
..
..
....
....
...
....
...
..
....
..
.
.....
.....
Escrito por Laura Tabuyo Acosta
Cinemagavia
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
28 de abril de 2024
84 de 97 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dejando de lado las cuestiones morales de si es ético o no hacer una miniserie de un caso aún tan reciente en el tiempo, o si no obedece más a una estrategia de las plataformas para servir morbo a una sociedad cada vez más enganchada al sensacionalismo (véase HBO con el Caso Sancho), al César lo que es del César.
El caso Asunta es una maravilla. Sin más.
De hecho, cuesta sacar defectos a un producto cuidado hasta el más mínimo detalle, en la música, la realización, la redacción de los guiones y, por supuesto, la elección y dirección de unos intérpretes absolutamente extraordinarios. La miniserie, además, como no podría ser de otra forma, mantiene intactos los misterios que aún sacuden esta tragedia, como la verdadera implicación del impenetrable Alfonso Basterra o el auténtico móvil del crimen, nunca explicado ni verdaderamente comprendido. ¿Fue económico? ¿Sexual? ¿Para encubrir el insinuado crimen previo de los padres de Rosario Porto? Todas las posibilidades están insinuadas en una miniserie que roza la perfección en cada capítulo, con secuencias y momentos tan inolvidables como los de la instrucción (impecable Javier Gutiérrez como el juez que dirige la investigación), los diferentes interrogatorios que se realizan a la pareja o, por supuesto, el desgarrador momento en que Rosario admite ante Alfonso lo que ha pasado y la decisión posterior que toman sobre qué hacer con Asunta.
Pero, como decíamos, lo mejor es sin duda el reparto. Desde María León a Alicia Borrachero (maravillosa; ver su conversación con su cliente, cuando le advierte de que Rosario lo va a arrastrar al pozo y la cárcel), pasando por Ricardo de Barreiro y Carlos Blanco o el mencionado Javier Gutiérrez, todos brillan a un nivel estratosférico. Pero por supuesto hay que destacar a los dos protagonistas absolutos, Tristán Ulloa y Candela Peña. El gallego está increíble, seguramente en la mejor interpretación de su carrera, manteniendo el misterio intacto de Alfonso Basterra, frío, calculador, pero a la vez, quien sabe, también destrozado por perder a su hija.
En el caso de Peña, decir si es o no la mejor interpretación de su carrera (cuando hablamos de alguien que acumula títulos en su filmografía como Hierro, Torremolinos 73, Todo sobre mi madre, Te doy mis ojos, Princesas, La boda de Rosa o Una pistola en cada mano) es francamente complicado, pero lo que ha conseguido con su interpretación de Rosario Porto es de auténtica antología. La catalana compone a una mujer rota, con la emoción totalmente quebrada, dominada por su ex-marido, pero capaz de matar a su hija por razones que, a día de hoy, se desconocen, y lo hace con un aplomo y una emoción absolutamente excepcional. Si hay justicia, todos los próximos premios de interpretación televisivos serán para ella, porque es una lección magistral de interpretación la que ha conseguido.
Una gran miniserie.

Lo mejor: Los actores, maravillosos, y la excepcional calidad de la narración.
Lo peor: Nada.
Sibila de Delfos
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
27 de abril de 2024
38 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adaptación en ficción de un caso real que conmocionó a  España a finales de 2013. Conmocionó por las características del caso, entre ellas, lo inesperado del perfil de la madre y su pareja. Su extracción social; el contraste entre la normalidad de la familia (para una buena parte de la población española) y lo sórdido de los hechos; la fragilidad múltiple de Rosario Porto, lo que podía parecernos una frivolidad caprichosa, inconsecuente y egoísta -el narcisismo que se menciona en algún diálogo de la serie-. En cierto modo, una mujer-niña no preparada para que otra niña encandilara a sus propios padres de los que ella era su hija única (y biológica, en la serie se insinúa que la diferenciación no estaba del todo ausente en la mentalidad de los padres), una mujer-niña que se dejaba querer por un marido-padre patológicamente protector y todo lo que todo lo anterior implica en términos de relaciones que se distorsionan, envenenan y en que se va decantando,día a día, la viabilidad de lo impensable.

También valoro mucho el trabajo de Candela Peña en la piel y cabeza de Porto. Pero personalmente para mí Peña no desapareció, que es el modo en que se está alabando su trabajo de forma masiva. Todo lo contrario. No podía dejar de ver la distancia recorrida entre Candela Peña (la imagen pública que tenemos de la actriz) y Rosario Porto. A pesar de lo virtuoso de la interpretación, yo solo podía ver en ella el camino, el trabajo, el reto.  Con admiración, pero eso me distraía del caso. Tristán Ulloa me llevaba sin fisuras y plenamente al Alfonso Basterra que conocemos. De modo magistral y delicado. Alicia Borrachero, magistral también. El caso me sigue impactando mucho, el destino de Asunta, por eso supongo que de algún modo me resisto a que repentinamente la atención (quién sabe si mucha memoria en España sobre el caso) se centre en la historia de un reto personal, en un virtuosismo interpretativo por merecido que sea al aplauso (que sin duda lo es).

Por eso también la serie se me hizo escasa. Había mucho potencial para el matiz de cara a ahondar y universalizar en lo posible los impulsos humanos bajo la historia. No se trata de hacer un Shakespeare pero quizá sí de subir la intensidad en esa línea – quizá influye haber visto series como “El quinto mandamiento” que dejan el listón de la experiencia del espectador muy alto, basada en unos hechos que conmocionan también profundamente…--.  Un matiz sutil de la personalidad de Porto, bien plasmado en el guión, los dos momentos en que sonríe con alegría verdadera –durante el registro de la finca, mientras alguien menciona a su padre; y en el momento de contar a la agente (María León) su reencuentro (reconquista) con un amante que creía perdido. Su felicidad parecía venir de la mano de los hombres, desde su condición de mujer-niña,completamente egocentrada. O los momentos en que le vemos verdadera desesperación, al ver que el caso se hace público y su imagen es vinculada a lo sórdido: "todo el mundo sabe que está muerta", dice desconsolada (giro interesante de frase), su horror a que la fotografíen desde la calle durante comparecencia ante juez de instrucción. Quizá eché de menos más hilos de ese tipo y de otros, matices sutiles que eleven el nivel de la resonancia y la meditación en el espectador.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Eugenia
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
28 de abril de 2024
25 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay casos que, cuanto más miras, menos entiendes. Los medios presentan un relato diáfano, un rompecabezas resuelto; la realidad deja cabos sueltos, lagunas, piezas que no encajan, declaraciones de testigos que desmienten todas las teorías, pruebas científicas contaminadas, revelaciones que no revelan, que sólo confunden. ¿Qué sentido tiene drogar a una niña meses antes de matarla?, ¿qué hay de ese misterioso allanamiento de morada que no se denunció? A eso añádase un juez de instrucción de personalidad censurable, una investigación que apenas despeja dudas, una prensa que envenena a la opinión pública, unos acusados con una actitud incomprensible, sospechosa, que mienten, se contradicen, guardan silencio sobre aspectos clave, mantienen a pesar de los pesares su inocencia aunque parezcan estar ocultando información, unos individuos extraños cuyas explicaciones no satisfacen.

La serie adopta un tono aséptico para indagar de forma respetuosa y fidedigna en todas las vertientes de uno de los asesinatos más famosos de la historia reciente. Se apoya en unos intérpretes veraces, extraordinarios, del primero al último. Sostiene una intriga que nunca desfallece, que se enriquece con el paso de los minutos. Cuanto más miramos, menos entendemos. Quedan resquicios, datos que no sabemos dónde colocar en nuestro mapa mental de los hechos. Sabemos cosas, pero lo que sabemos no nos basta para comprender por qué.
Jackie Daytona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
29 de abril de 2024
20 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mientras escribo estas líneas, aun resuena en mi cabeza esa melodía de gaitas, un sonido triste y melancólico... presagio de que nada bueno ha sucedido, unas lágrimas recorren mis mejillas, señal inequívoca de que acabo de presenciar una historia que caló profundo en mi humanidad...

Me quedo pensando... ¿Cómo es posible? ¿Qué lleva a unos padres a premeditar y ejecutar a sangre fría el asesinato de su hija? ¿es que acaso somos la única especie capaz de semejante atrocidad?

Soy de Argentina, y no había escuchado sobre este caso que conmocionó a toda España en su época, es por eso que el shock fue aun mas potente, ajeno a todo, me adentro en esta serie y en cada capitulo me quedo absorto...

No puedo más que rendirme ante unas actuaciones soberbias, una puesta en escena impecable de ritmo trepidante que no decae en ningún momento, sus personajes son tan naturales, con diálogos perspicaces que hacen reaccionar al espectador, (Javier Gutiérrez el juez instructor, es el puto amo). Creo que han dejado la vara muy alta, ya estaba altísima con Crims de Carles Porta, serie canónica por cierto y que ha marcado el camino a muchas otras series de su estilo.
Esta no es una crítica en el sentido literal de la palabra, es un halago al trabajo de los realizadores que han hecho una miniserie que será recordada por mucho tiempo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Mario Flandez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 4 5 6 8 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow