Fantasma

Claro homenaje a este tipo de cine o lo que ahora llaman los críticos 'neo-giallo' o nuevo giallo. Pero es que resulta evidente. En todo. Desde pequeños detalles más insignificantes como los nombres de los personajes, todos italianos, el uso y el tratamiento del color, recuerda tremendamente al cine de Dario Argento, a quien también pudiera estar homenajeando en las escenas del teatro (acaso como en "Opera", por ejemplo) o simplemente con la labor de bailarina de la protagonista, recordándonos a "Suspiria".

La música, la ambientación y hasta los títulos de crédito son claras referencias a ese terror ochentero. Ese asesino con máscara blanca que mata con una cuchilla de barbero, al más puro estilo del 'giallo' clásico que nos remite a grandes como Mario Bava o Lucio Fulci.

El toque psicológico y surrealista con el tema de las alucinaciones de Adriana o las propias del periodista. Algunas muertes están bien, además de escenas con un punto gore, como cuando se descubre la identidad del asesino.

Pero mucho me temo que resulta muy predecible. Y otra cosa que no me ha gustado y es importante, es el ritmo de la película, el vacío de las escenas, de los diálogos.

Del director Brett Mullen, quien ya rodó en el 2014 "Bombshell Bloodbath".