Pos eso

Vaya por delante que Sam me parece un tío valiente: dedicarse a la producción de claymation en España es poco menos que un suicidio pero él lleva más de una década haciéndolo y llega ahora su primer largometraje, tras tres años de trabajo. Sin embargo, a veces el esfuerzo y las ganas no son suficientes y lo que falla es otra cosa, pues pocas pegas pueden ponérsele a "Pos eso" en la parte técnica. Que no, no es un largometraje con la factura de los grandes estudios (pienso en Aardman o Laika) pero desde luego si que sabe cómo sacar provecho de sus herramientas para ofrecer un acabado, como poco, profesional. Esto lleva haciéndolo desde sus cortos, en los que poo a poco iba perfeccionando su capacidad expresiva a través de la plastilina (la prueba es el estimable "Vicenta" de 2010), por lo que el asunto no es ese.

El problema llega cuando eres un cortometrajista y tu obra de mayor duracción apenas supera los veinte minutos, y te metes a producir un largometraje. En mi opinión, ni siquiera Nick Park y la gente de Aardman consiguió alcanzar las cotas de excelencia de sus Wallace y Gromit en su largometraje "La maldición de las verduras", y a la vista están los resultados de las películas de "Los Simpson" o "Futurama". Quiero decir: si estás acostumbrado a un formato y una duración, ampliar es complicado porque necesitas -por lo pronto- un guión con fuerza suficiente como para no parecer una colección de viñetas o una cosa sin apenas fuerza. Esto último es lo que le sucede a "Pos eso", que se ciñe a la fórmula de "Torrente" para atraer la atención de forma aislada: 'cameos' de famosos, homenajes al cine (gráficos o en forma de frases) y otro tipo de elementos que buscan la complicidad del espectador pero que sólo funcionan las primeras veces.

Si el guión no es muy bueno al menos podrían intentar arreglarlo de otras formas pero hay un secuencia concreta que creo que deja bien claro a qué se juega y porqué es difícil entrar a participar en esta fiesta: en un momento determinado, Sam y su equipo hacen una sátira muy interesante de los programas de televisión tipo "Sálvame" y ejemplifican cómo funcionan con una persona del equip enseñando carteles a los colaboradores, dandoles pistas sobre si tienen que meter más o menos caña a los invitados. En paralelo vemos un medidor de audiencias que sube o baja en base al morbo del asunto. Esta crítica funciona esgrimida hadia el material televisivo pero también lo hace hacia la propia "Pos eso", explotándole todo en las manos. Queda pues un film con ideas aisladas pero que desde luego empieza mucho mejor de lo que acaba. Al menos, seguimos viendo a Sam, el de sus cortos, con ese humor castizo que caracteriza toda su obra. Esperemos que en lo próximo que haga el equilibrio sea mejor.

Las continuas referencias cinéfilas y unos cuantos golpes de humor de mérito no sirven para tapar la falta de pegada de esta historia. "Pos Eso" quiere ser mordaz pero no pasa de ser una crítica bastante tópica a la España más rancia, con un argumento que no destaca precisamente por su originalidad. El tono desvergonzado y gamberro no puede bastar para hacer una buena película, y lo cierto es que el film se me ha hecho largo, a pesar de su escasa duración. Dicho ello, tampoco hay que cargar las tintas, el propio título es una declaración de intenciones sobre la falta de pretensiones de esta película, y precisamente en su banalidad y frescura están sus grandes virtudes. Hay una incuestionable audacia en la elección del formato, y se aprecia un afán por investigar en las posibilidades que ofrece. Es más, la cuidada factura de la película, con la viveza de sus colores y el cuidado por el detalle, contribuye a dar gracia a algunas escenas que de otro modo no tendrían tanto tirón. Sin duda, eso es lo que resulta más interesante de la película. En fin, una película que se disfrutará más por su destreza técnica (todo un reto) que por la construcción de la historia. El argumento importa poco y el desenlace acaba siendo banal, pero uno sale de la película con la sensación de que esta propuesta anuncia nuevas obras más desarrolladas que pueden ser verdaderamente interesantes. Al loro.

Es difícil enfrentarse a la critica de una película como "Pos eso" pues, a pesar de todos sus fallos, es un ejercicio de estilo tan encomiable, entrañable y divertido, que uno se quita el gorro de crítico y se pone el gorro de espectador para disfrutar como un enano de esta película española de claymation que dinamita cualquier expectativa y ofrece un delicioso espectáculo gore-flamenco que, de acuerdo, hace aguas... pero a pesar de eso consigue salvar el previsible naufragio con una acumulación de gags que (aunque desconectados entre ellos) son excelentes. "Pos eso" son como varios cortos del excelente SAM (Samuel Ortí Martí) a los que intenta dar algo de continuidad (no siempre lo consigue) pero a quien no se le puede echar nada en cara en el apartado de autor pues el resultado sigue siendo una joya de esas que dentro de unos años aclamaremos como el inicio de algo diferente (cosa que ya anticipábamos que nunca sucedería con ese ejercicio animación flash que fue "La crisis carnívora"). Hay algo en "Poseso" que nos mantiene pegados al cine o a la pantalla del televisor y es la capacidad que tiene SAM de sorprendernos a cada giro aunque como película nunca acabe de funcionar. En la parte negativa podríamos decir que en algunos momentos la película carece de continuidad y que algunos gags son mas acertados que otros, además de un final al estilo "Devil went down to Georgia" que tan bien parodiaron en "Tenacious D: dando la nota" o un capítulo de "Futurama" pero que para mi gusto no está a la altura del resto. En la parte positiva hay que reconocer que algunos gags son simplemente geniales, los personajes están conseguidos y el claymation funciona de maravilla. Quizás si pasásemos la plastilina a la acción real, la película sería un despropósito solo digerible por frikis no demasiado exigentes, pero esa misma historia extrapolada al universo plastilina funciona mas que bien y aunque al final uno deba reconocer que no es una película redonda, hay que ponerse en pie y aplaudir que una propuesta tan difícil y original como esta haya llegado a buen puerto sin naufragar y con una calidad muy superior a lo que esperábamos. Bien por SAM, un director al que seguir la pista a partir de ahora.

Humor con un toque macarra, esta obra de animación es entretenida y te hace escapar alguna malévola risotada, aunque puede parecer muy lenta en determinados momentos, probablemente por la propia plasticidad (quiero decir más bien plastilinidad) de los personajes, que se presentan como la una ristra de clichés y estereotipos muy autóctonos de los cuales, estarás de acuerdo conmigo, merecen ir directos al infierno.

Primera de todas las películas vistas en la franja matinal en Auditori (y primera de animación) que es presentada por parte del equipo realizador de la misma. En este caso fueron el director Samuel Orti, el director de la productora Basque Films & Conflictivos Productions y dos actores, Carlos Areces y Esperanza Lipe que ponen su voz al psicólogo Jorge y la criada Gracita respectivamente. Juntos, hicieron una breve presentación del film y se recordó al mismo tiempo a dos grandes actores españoles fallecidos y que también pusieron su voz a algunos de los personajes como Álex Angulo (representante Manolo) y Mariví Bilvao (madre de Lenin). Con 5 cortos de animación en su currículum desde el año 2003 hasta 2010, Samuel Orti y su equipo empezaron a trabajar en el que sería su primer largometraje de animación, 'Pos Eso'. Que por fin ve la luz ante el público del Auditori poco antes de las 3 del mediodía ante una gran cantidad de público. Su argumento es básicamente la enésima revisión del film 'El exorcista' de William Friedkin en 1979. 80 minutos de gags continuos, sin criterio, y con una falta de ideas alarmante. Tras unos 5 o 10 primeros minutos llenos de humor slapstick y bastante aceptable la película cae en un continuo de bucle de escenas míticas de otras películas, 'The Omen' e 'Indiana Jones' entre otras. Resulta que 'Pos Eso' se trataba de un homenaje a esos clásicos. ¡Acabáramos! Pues el homenaje es más repetitivo que morder un cabeza de ajos, hastiando al espectador con tanta gracieta cayendo en la repetición cansina tras ese inicio esperanzador.

Crítica completa en BLOODSTAB: http://bloodstab.blogspot.com.es/2014/10/festival-de-cine-de-sitges-2014-dia-2.html