Night Book

Por mi experiencia con las películas interactivas, estas sólo parecen tener un objetivo: que les perdonemos lo malas que son por el simple hecho de permitirnos tomar decisiones e interactuar en la narrativa. Ocurre con propuestas como "Erica" o la más reciente (e infumable) "Escapa del Undertaker", y "Night Book" va en la misma línea. Por sintetizar, tenemos literalmente una película partida en trozos en la que tenemos la capacidad de elegir si activamos el vídeo A o B como respuesta a una pregunta/dilema/posibilidad. Lo que cambie o no cambie es casi secundario, claro, porque de ninguna forma merece la pena si el trámite para llegar a uno de los quince finales de la obra de Alex Lightman es aguantar 50 minutos de absoluta mediocridad para únicamente derivar en una secuencia distinta de dos minutos al final.

Es un problema común, pero al menos unos lo revisten con cierto trabajo en la puesta en escena o con piruetas narrativas tan ridículas como -aún siendo malas- no exentas de cierta personalidad, como el caso del citado "Erica". Nada de eso ocurre en "Night Book", que presenta la historia de una traductora que despierta a unos espíritus sobrenaturales al leer un texto sagrado y que se ve obligada a tomar una decisión para salvar a su familia -lo que incluye un padre zumbado y un hijo aún no nacido fruto de la relación con un empresario gilipollas que nos considera un útero-hotel en el que mantener a su descendencia-.

Filmado durante el confinamiento, con cada actor en su casa y un aspecto visual plano y sin personalidad (por no hablar de lo poco creíble que resulta que todas las cámaras web se vean tan pulcras, cuando el asunto simula ser una serie de llamadas dentro de un PC), es una propuesta muy fallida de apenas una hora de duración y que a lo sumo podría colar como episodio de alguna serie antológica chunga de esas que salen en Netflix durante su avalancha de productos de serie Z para Halloween. Porque al final lo mismo da donde lo estrenes: si es malo, es malo. Y aún no ha llegado el día en el que poner un botón para cambiar una frase haga menos mala a una peli... aunque se lance en Steam o PlayStation y no en una plataforma de VOD.