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Comedia
El señor Hardy se prepara para salir con su amigo Laurel, pero su esposa insiste en que tiene que instalar la antena de radio... (FILMAFFINITY)
30 de agosto de 2013
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hog Wild es el mayor espectáculo de las alturas y contiene tres caídas al agua y las tres el hombre es el más gordito. El caso que nos ocupa hoy es el intento de poner una antena en el tejado. El intento es arduo y muy duro ya que las manitas y los pies de Stan son de cuidado. Tras mil y una pericia por intentar poner la antena resulta que le roban la radio a la mujer.
Hog Wild es junto con Dos entrometidos lo mejor de lo mejor de la mejor pareja de cómicos.
Hog Wild es junto con Dos entrometidos lo mejor de lo mejor de la mejor pareja de cómicos.
30 de marzo de 2019
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Son 18 minutos muy bien aprovechados. Stan Laurel y Oliver Hardy ofrecían un recital de su especialidad: la incompetencia y el desastre.
La mujer de Oliver, aficionada a las radionovelas, no dejaba marcharse a su marido con un “amigote”, pues tenía que colocar una antena en el tejado. Ya se vería con claridad que el hombre no estaba capacitado para semejante tarea. La ayuda del amigote, o sea Stan, era un regalo envenenado. El repertorio de contratiempos y guantazos es de antología.
A veces, ante una tarea doméstica complicada, se toma como una cuestión de honor el completarla, aunque los destrozos sean más numerosos que los arreglos.
La mujer de Oliver, aficionada a las radionovelas, no dejaba marcharse a su marido con un “amigote”, pues tenía que colocar una antena en el tejado. Ya se vería con claridad que el hombre no estaba capacitado para semejante tarea. La ayuda del amigote, o sea Stan, era un regalo envenenado. El repertorio de contratiempos y guantazos es de antología.
A veces, ante una tarea doméstica complicada, se toma como una cuestión de honor el completarla, aunque los destrozos sean más numerosos que los arreglos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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Jules
4 de febrero de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Grandísimo corto de Laurel y Hardy en que todo gira en la colocación de una antena de radio en el tejado de la casa. Es una muestra magistral de la técnica utilizada por la pareja, el slapstick, en donde la comedia se basa en la exageración de los golpes, caídas o dolor, sin tener consecuencias reales, todo muy parecido a lo que ya se hacía en los dibujos animados.
Muy recomendable y muy graciosa, se podría considerar de los mejores cortos del género, siempre viéndolo con una postura de empatía que entienda cuál era el humor de la época.
Muy recomendable y muy graciosa, se podría considerar de los mejores cortos del género, siempre viéndolo con una postura de empatía que entienda cuál era el humor de la época.
5 de septiembre de 2018
0 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Corto muy flojo, y es que de momento no he visto ninguna película de El Gordo y El Flaco que me encante. Todas son de golpes y caídas, algo muy visto a principios de los años 20, y estos repiten lo que ya está hecho. Eso sí, este corto es sonoro.
Lo que me sorprende es la música de fondo. No sé si se editó más tarde con música y la original no llevaba, ya que al principio de los sonoros, no había música de fondo apenas.
No la suspendo más, por las técnicas utilizadas y por el gag final de la escalera, que realmente está muy bien conseguida.
Lo que me sorprende es la música de fondo. No sé si se editó más tarde con música y la original no llevaba, ya que al principio de los sonoros, no había música de fondo apenas.
No la suspendo más, por las técnicas utilizadas y por el gag final de la escalera, que realmente está muy bien conseguida.
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