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Macarrones rating:
4
Thriller. Mystery. Drama Bringing John Berendts international best-selling novel, MIDNIGHT IN THE GARDEN OF GOOD AND EVIL, to the screen must have been a challenge. The book is essentially an anecdotal travelogue of the fascinating city of Savannah, Georgia. The filmmakers decided to add a character, John Kelso (well played by John Cusack), a writer from New York, whos meant to represent Berendts point of view. They also put most of the focus of the narrative ... [+]
Language of the review:
  • es
January 28, 2007
117 of 198 users found this review helpful
"Medianoche en bla bla bla" tiene cierto aire de película de época, como si estuviera dirigida por un William Wyler desganado (ya nos gustaría) y no se ambientara en los años 80 del siglo XX sino en los 50, con sus smokings, fiestas mundanas con muchos corrillos de conversaciones, casas victorianas de la alta sociedad americana, chachas negras, sexualidades ocultas o reprimidas, etcétera. La película es moderadamente entretenida (o, según se mire, medianamente aburrida) y quizá habría merecido por mi parte alguna estrella más si no estuviera tan mal contada e interpretada (los feligreses de Eastwood ya pueden pulsar el botón del "No" en la utilidad de la crítica, para qué seguir leyendo). Kevin Spacey pone la cara que gasta siempre en todas sus películas, medio de sorna, medio de alelamiento, pero más o menos cumple con su personaje y se le tolera. John Cusack se pasea por toda la película con cara de pasmo y la boca entreabierta, como si el muchacho no se hubiera leído el guión y todo le sorprendiera. Es tan falsa y monocorde su interpretación que supera a Ben Affleck en mi ranking particular de actores monolíticos, con menos recursos faciales que la esfinge de Giza. Hasta Jude Law está de pena en su papelito de chapero macarra (el bello Jude, sin embargo, gesticula mucho, se ve que estudió en otra academia de interpretación).

A mí la "Medianoche" esta me ha parecido falsa, mal hilada, mediocremente interpretada y dirigida sin poesía, ni inspiración, ni garra, sólo con oficio (algo es algo). La película oscila entre lo ridículo (la mendiga hechicera, esas escenitas en el cementerio, los escrúpulos de Cusack ante cualquier cosa que le dicen) y lo sosaina (todo lo demás). Al único actor que se le ve suelto es al abogado defensor, pero para ver pelis de juicios mejor elegir cualquier otra (por cierto, qué rapidez la de la justicia norteamericana, que a los cuatro o cinco días del asesinato ya lo ha juzgado: esto no se lo cree ni la mamá de Eastwood).
Macarrones
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