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Macarrones rating:
3
Drama The film traces the frustrated quest of a North Italian youth for a private audience with the Pope.
Language of the review:
  • es
April 3, 2007
30 of 34 users found this review helpful
Aquí pasa algo raro, no me salen las cuentas ni p'atrás. Vamos a ver:

Cualquier película dirigida por Ferreri merece una estrellita.
Cualquier película inspirada por Azcona merece, al menos, otra estrellita (van dos).
Una película que se atreva a adaptar "El castillo" de Kafka obtiene a priori una estrella más (la tercera).
Cualquier película en la que se asome Claudia Cardinale gana inmediatamente otra estrella, claro (cuatro).
Las películas en las que actúa Vittorio Gassman tienen una estrella adicional asegurada (cinco).
Si aparece Ugo Tognazzi, estrella al canto, aunque la película en cuestión huela a bodrio (seis).
Ídem para Michel Piccoli (siete)
Todo lo que esté rodado en Roma recibe de este espectador una estrella incondicional, da igual que sea una misa de Ratzinger Z-Jones, un discurso de Berlusconi o los anuncios de pastas Gallo (y van ocho estrellas).

Así que cuando me senté en el sofá, la película tenía ya un notable y el interés estaba en saber si subía a sobresaliente o a matrícula de honor. El resultado, cien minutos después: un suspenso rotundo (y casi un divorcio con Rifiuti por obligarle a ver este engendro mal filmado, pobrecito mío). ¿Qué ha pasado aquí?

La peli, como he dicho, es una versión vaticana de "El castillo" de Kafka, lo cual podría haber tenido su gracia. Se cuenta la historia de un señor con gafas que quiere ver al papa Pablo VI (que era el de entonces) para decirle no se sabe qué. El caso es que la novela kafkiana se les agusanó al contacto con las sotanas y el incienso, porque el resultado es un pan como unas hostias (nunca mejor dicho): el film es torpón, carece de gracia, su guión es deficiente (Azcona, Azcona, ¿en qué manos dejaste tu historia?), casi todos los actores están a medio gas, la música es una pesadilla y la película la debieron revelar los de Kodak con el agua de fregar los platos porque la fotografía es una porquería y ha envejecido fatal, esto no se arregla ni llevándolo a "Cambio radical".

Pues así son las cosas y así se las hemos contado, como decía el otro.
Macarrones
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