Lo primero es lo primero. Amigo, sí, está película es mejor que las precuelas, y es una digna sucesora de la trilogía original. Ya puedes respirar tranquilo. Ahora al lío.

Este séptimo episodio es una película que sin duda se ha rodado con un mimo y un cuidado especial, que tiene unas soberbias interpretaciones, unos set pieces de acción magníficos, un diseño de producción exquisito, y una banda sonora que es para llorar. Pero eso no quita que existan ciertos problemillas, minúsculos.

Se nota mucho la mano de Disney, especialmente en el miedo que tenían al tratar la película. No hay ideas innovadoras, no hay nada arriesgado, y las tramas y estructuras del guión son terroríficamente idénticas a Una Nueva Esperanza. También hay que decir que el guión en algunos momentos hace aguas, y por ello ciertas tramas de personaje sufren. Pero también es cierto que tenemos dos películas más para rellanar esos agujeros así, no tenemos que esperar nada muy malo aun.