Profunda, melancólica y sensible tragicomedia finlandesa sobre la inmigración y el micromundo de los asilados que deambulan por Europa en la búsqueda de un lugar tranquilo donde sobrevivir; todo con el tradicional estilo y sello creativo de su genial realizador nórdico. Impecable y tiernamente auténtico desempeño del elenco.
El veterano director y guionista Aki Kaurismäki (La chica de la fábrica de fósforos, 1990) vuelve a construir una maravillosa trama sobre la actualidad, con su inquebrantable compromiso político, para desde ahí desandar una narrativa chaplinesca, irónicamente ingenua y repleta humor negro que estalla con su potente contenido social.
Kaurismäki ha encontrado la forma de contar realidades pasadas, presentes y futuras con una estética aferrada a los años '60, intercalando pinceladas de las diferentes épocas en que ha desarrollado si impecable filmografía que evoluciona y maneja tanto los silencios como los escuetos diálogos con una maestría inigualable.
Con el Oso de Plata al mejor director en el Festival de Berlín, la propuesta de Aki Kaurismäki vuelve a impactar evitando los golpes bajos, valorando la inteligencia del espectador y sin abandonar un estilo tan particular como reconocible. Es así como consigue relatar con potencia social y un profundo humanismo social el drama de los migrantes que deambulan erráticamente por el mundo.
Sin abandonar los movimientos acartonados, los colores fuertes y los silencios que los identifican, Kaurismäki logra un fábula tan realista como refinada, dura pero sensible, que refleja con crudeza una de las realidades más trágicas del mundo moderno. Imperdible por donde se la mire.

Calificación Fanaseriecine: 8 ½ sobre 10