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Spain Spain · Cáceres
Sinhué rating:
8
Documentary Agnès Varda and JR have similarities: a passion and questioning of images in general and more precisely on the places and the devices to show them, to share them, to expose them. Agnes chose the cinema. JR chose to create galleries of outdoor photographs. The film tells the story of their friendship that grew up during the filming, between surprises and teasing, laughing at their differences.
Language of the review:
  • es
March 11, 2019
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Un buen día, una señora inquieta y curiosa se encuentra con un chico inventivo, cincuenta y cuatro años más joven, y deciden irse a dar una vuelta por campos, aldeas, antiguas minas, playas y puertos. Ella es cineasta, un referente vivo, anterior incluso a la nouvelle vague; él, que nació artísticamente en las calles de París de la mano del grafiti, se dedica ahora a la fotografía de proporciones gigantescas.
Les une el afán de la aventura y la necesidad de conocer gentes y nuevas historias que contar. J.R. dispone de una impresora rodante y un grupo de amigos colaboradores. Agnès viaja con una gran mochila de recuerdos y la cercana e invisible presencia de un ser huraño y admirado, de nombre: Jean Luc Godard.

Más que un documental al uso, Caras y lugares (Visages villages), es la excusa perfecta para compartir, conversar, descubrir; mantener encendida la llama de la ilusión y repletas las alforjas del imaginario; y, sobre todo para cimentar la amistad, incluso la que duele, como razón de vida.
Emocionan la mirada borrosa de la incansable luchadora y el afecto contagioso que la dispensa el hombre diligente de las gafas oscuras.
Hay en la película un aire limpio y bondadoso que aventan las manos de los creadores; que brota de la sencillez del proyecto y la improvisación como herramienta de los talentosos. Y como suele suceder, cuando no se pretende la trascendencia, se consigue un excelente resultado (acentuando la pequeñez, apareció la grandeza).

No me resisto a señalar el paralelismo que hay entre esta singular pareja (Varda y Jean René) con los personajes de un film, que recomiendo con fervor, de Hal Ashby: Harold y Maude (1971). Aquellos y estos terminan convirtiéndose en seres rebeldes y entrañables; de esos, imprescindibles, que van desparramando fragancias a su paso, y te hacen creer en que no todo está perdido.
Sinhué
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