Es tan bella que no hay adjetivos, nos encontramos ante un cineasta totalmente inspirado, que acaricia la piel de las protagonistas con la cadencia de los mejores poemas, es una de las cumbres del naturalismo en el cine. Dejaros de pajas, nadie ve ésto para esa imbecilidad y el que piense que a los que nos encanta la peli es por eso sois bastante superficiales. Esta filmada con delicadeza sin ninguna busqueda del morbo.

Todo se siente real como la vida, la vives, en gran parte gracias a ese maravilloso descubrimiento que es Adele Exarchopoulos, estamos antes una de las mejores interpretaciones de todos los tiempos, Seydoux está magnífica en un personaje maravilloso, lleno de matices.

El guión es muy sólido, es duro y cruel, el final de la peli te deja una sensación triste. Nunca en la historia del cine se ha grabado el sexo de una manera tan natural y libre de todo artificio, la polémica no existe porque por cada escena de sexo ya hay una tensión construida previamente, llena de deseo y libre de todo complejo que cuando llega la escena no te impacta, es una progresión natural.

Cualquier persona que haya sentido alguna vez amor de verdad, visceral, entenderá las reacciones de Adele cuando surgen problemas en la relación. Realmente te olvidas de que es una relación entre personas del mismo sexo, si el objetivo de Kechiche era hacer ver que el amor es universal y no entiende de condicionantes sociales y de género, lo ha conseguido con creces, esta peli es amor puro pero no solo las partes buenas de estar enamorado, también lo malo, que siempre todo tiene un final en esta vida, no necesariamente el amor tiene un final pero si la relaciones humanas formales.

El contraste entre la pasión desenfrenada de Adele y la inquietud artística e intelectual que tiene Emma es magnifica, son dos personas con inquietudes muy distintas pero con una química especial.

Destacar finalmente esas escenas imperecederas con las dos en pantalla sobretodo cuando se están conociendo y las miradas tan auténticas donde se para el tiempo, con el sol de fonde entre ellas, mirándose, haciendo el deseo palpable, Kechiche y estas dos actrices han hecho algo parecido a un milagro.

Es sin ninguna una de las mejores obras cinematográficas de este siglo.