Si "Águila de acero" derrapaba por un tubo, pero al menos tenía un pase, esta segunda parte, innecesaria, tiene todos los defectos de la primera y ninguna de sus (muy escasas) virtudes. En primer lugar esta coproducción canadiense-israelí reúne a los USA y a los soviéticos ( cuando a la guerra fría le quedaban dos telediarios) en una misión contra un reactor nuclear de un país de Oriente Medio (Irán, aunque no lo digan) para salvar la paz mundial. Vale, dejemos a un lado la carga propagandística-patriotera que tiene. Pero es que las escenas de combates aéreos no convencen, la empatía con los protagonistas es nula y los roces entre los pilotos rusos y americanos están tan vistos y manidos que la película se queda en un flop.

Veo con pavor en Filmaffinity que después de este bodrio se atevieron a hacer otros dos, y cuya puntuación va decreciendo en proporción. No me extraña.