No voy a extenderme más de lo necesario.

Ant-Man y la Avispa ha sido la mejor oportunidad que hemos tenido de volver a coger aliento después de las últimas películas de Marvel. Después de la acción desenfrenada y carga de emociones y efectos especiales de Civil War, Doctor Strange, Guardianes de la Galaxia Vol. 2, Thor: Ragnarok, Black Panther y por supuesto, Infinity War, la secuela del hombre hormiga llega para proporcionarnos una pausa y una oportunidad de respirar antes de coger el impulso hacia el desenlace final del año que viene.

Es una película Marvel de las de antes. Prima la comedia a la acción, pero no se olvida de que es una película de acción y superhéroes. La acción es excitante además de bien trabajada y coreografiada, y te hace pasar un verdadero buen rato, y aunque es escasa (eso pesa un poco), está bien repartida en pequeñas dosis durante toda la película. El humor es un poco más infantil que anteriores películas de la Marvel, la historia es bastante sencilla, pero muy bien contada (exactamente igual que en Black Panther) y el villano no es el más fuerte que nos hemos encontrado ni de lejos.

Ant-Man y la Avispa es un regreso a las películas de Marvel de principios de siglo, aquellas X-MEN de Bryan Singer, o las Spider-Man de Sam Raimi. Películas de superhéroes "light" comparadas con las de ahora, pero terriblemente entretenidas y bien hechas, con mucho mimo y menos CGI. Y al igual que en todas las películas de Marvel (a excepción quizás de Thor: El mundo oscuro) es una secuela digna y superior a su antecesora.