Ésta sí que es una verdadera joya oculta del cine de ciencia ficción, del cine fantástico, del cine de terror, del cine negro y del cine en general... en la que se desarrollan unos efectos especiales simplemente deslumbrantes, realizados, cómo quien dice, en los albores del Séptimo Arte, pero además se alimenta de un relato absorbente, atrayente y por momentos hasta conmovedor y que cuenta con una impecable representación por parte de Lionel Barrymore...

La historia comienza con el sueño de dos hombres, uno, un idealista, que sólo desea continuar con su trabajo, en el que desarrollar una novedosa formula para miniaturizar a los seres humanos y de tal modo lograr un mundo donde la superpoblación o la falta de recursos no supongan ningún problema (¿les suena...?). Mientras al otro el único sueño que le mueve es el de la venganza...

Personalmente es una cinta que conocí recientemente y me dejó verdaderamente admirado y sorprendido, y que me hizo descubrir a Tod Browning y su leyenda de realizador maldito para su tiempo, el que no le perdonó que a él se adelantara...