Una maravilla inesperada. La Lego Película sorprende de muchas formas. Artísticamente es sincera, humilde, natural y sin complejos. Es 3D fingiendo ser stop-motion, es decir, toda la tecnología está al servicio de ocultar esa tecnología. Y lo mismo ocurre con el guion, que de un primer vistazo podría parecer infantil o aleatorio: todo el talento creativo se dedica a ocultarse a sí mismo.

Ecléctica hasta más no poder, toma elementos de muchas fuentes distintas que no se molesta en ocultar. Graciosa, emocional y filosófica sin pasarse demasiado, engancha desde el principio. Y aunque al final pierde un poco de ritmo, está plagada de escenas sorprendentes que te llevan hasta el final.