Judy Davis, tenía 23 años cuando hizo la película, ella lleva casi todo el peso de la historia, el 80% de los planos está presente y lo hace con una fuerza, credibilidad, realce muy meritorios, aparte resplandece su belleza de muñeca de porcelana, con ese cutis de alabastro fino que enamora.

Una historia de claro corte costumbrista, romántico, con un vestuario de época muy conseguido y una magistral fotografía, que como dije engrandece la hermosura de la inolvidable Judy Davis. (Siempre la recordaré por "Desmontando a Harry" y "Maridos y mujeres")

Lo más destacable para mí, es la actitud del personaje femenino, Sybylla.
Por pasiva y por activa, deja patente que no necesita ni quiere casarse para ser mujer, eso le impediría realizarse como persona y lo manisfiesta con una convicción y tenacidad admirables.
En esa época, finales del siglo XIX, era inadmisible en muchos círculos sociales.
La mujer era criada, educada para casarse, sí o sí.
Ella lo tiene clarísimo, casarse sería un lastre con el que no podría vivir ni ser feliz.

Creo que el ritmo e intensidad de la película es uniforme, ni descolla brillantemente, ni tiene altibajos serios narrativos, como tampoco puntos de inflexión notables, es comedida y homogénea.

No quiero olvidarme de resaltar la interpretación de Sam Neill, un actor que habitualmente no suele gustarme, pero que aquí, está convicente y emocionalmente expresivo.