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lisufelligus rating:
9
6.3
17,702
Sci-Fi. Fantasy. Drama
Year 2041. Near future where mechanical creatures live among humans. Eva (Claudia Vega) is a 10 years old girl. Alex (Daniel Brühl) is a talented engineer trying to make a kid robot. Together, Eve and Alex will uncover their past on a fantastic journey that will lead them to an astonishing ending.
Language of the review:
- es
November 1, 2011
38 of 41 users found this review helpful
¿Van los robots al cielo cuando los apagan, cuando se quedan sin energía?.
Se supone que si dotas a un robot de inteligencia emocional le das la capacidad de decidir entre el bien y el mal. Le das, en definitiva, eso que en algunas religiones se llama alma.
Dotar de inteligencia emocional a un robot, a un replicante o a un ordenador y experimentar las complicaciones morales y emocionales que conlleva es un tema recurrente en la literatura y en el cine de ciencia-ficción.
De ahí que esta brillante ópera prima de Kike Maíllo recuerde en algunos momentos a la mítica "Blade Runner", si bien es verdad que a veces se acerca más al cine que realizaba Víctor Erice en películas como "El espíritu de la colmena", por el ambiente intimista en el que se desarrolla, así como por el carisma de la niña protagonista, Claudia Vega, un auténtico y feliz descubrimiento para el cine español.
"Eva" es, en definitiva, una película especial que te introduce en un universo de incertidumbres, dudas y cierta angustia vital que acaba afectando tanto a los humanos como a los robots a los que se intenta inculcar esa inteligencia emocional de la que hablábamos.
Por último, no podemos dejar de mencionar ese paisaje permanentemente nevado y frío que llega a ser un protagonista más de la historia (dicen que, para 2.041, fecha en la que se sitúa la acción, tras el calentamiento global y el deshielo de los polos, se producirá una nueva glaciación que afectará a casi toda Europa, debido al descenso generalizado de la temperatura del agua de los océanos causada por dicho deshielo).
Se supone que si dotas a un robot de inteligencia emocional le das la capacidad de decidir entre el bien y el mal. Le das, en definitiva, eso que en algunas religiones se llama alma.
Dotar de inteligencia emocional a un robot, a un replicante o a un ordenador y experimentar las complicaciones morales y emocionales que conlleva es un tema recurrente en la literatura y en el cine de ciencia-ficción.
De ahí que esta brillante ópera prima de Kike Maíllo recuerde en algunos momentos a la mítica "Blade Runner", si bien es verdad que a veces se acerca más al cine que realizaba Víctor Erice en películas como "El espíritu de la colmena", por el ambiente intimista en el que se desarrolla, así como por el carisma de la niña protagonista, Claudia Vega, un auténtico y feliz descubrimiento para el cine español.
"Eva" es, en definitiva, una película especial que te introduce en un universo de incertidumbres, dudas y cierta angustia vital que acaba afectando tanto a los humanos como a los robots a los que se intenta inculcar esa inteligencia emocional de la que hablábamos.
Por último, no podemos dejar de mencionar ese paisaje permanentemente nevado y frío que llega a ser un protagonista más de la historia (dicen que, para 2.041, fecha en la que se sitúa la acción, tras el calentamiento global y el deshielo de los polos, se producirá una nueva glaciación que afectará a casi toda Europa, debido al descenso generalizado de la temperatura del agua de los océanos causada por dicho deshielo).
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
"¿Qué ves cuando cierras los ojos?".
Se supone que esa es la frase-clave para que los robots se desactiven; sin embargo, en la preciosa escena final, vemos que el robot Eva no se desactiva con la frase, su "cuerpo" muere mientras su "alma" cibernética se transporta a una playa de un paraíso cálido (¿la lejana Australia de donde viene Álex?) donde juega feliz junto a "papá" (Álex) y a "mamá" (Lana).
Se supone que esa es la frase-clave para que los robots se desactiven; sin embargo, en la preciosa escena final, vemos que el robot Eva no se desactiva con la frase, su "cuerpo" muere mientras su "alma" cibernética se transporta a una playa de un paraíso cálido (¿la lejana Australia de donde viene Álex?) donde juega feliz junto a "papá" (Álex) y a "mamá" (Lana).