Como Dexter Morgan, creo que todos tenemos un código. Un padre. Una familia. Un oscuro pasajero. Un Miami. Unas presas. Un aire acondicionado.
Una línea que separa el bien y el mal. Tan subjetiva como peligrosa.
Un ámbito privado y otro público.

Una serie digna de ver, aunque muestre carencias principalmente en el vaivén de personajes y en la falta de profundidad o ausencia de esta en determinados momentos de la trama. Pero en general el personaje y la interpretación del protagonista es digna de mención, así como el acierto en algunos secundarios y una trama que a pesar de la irregularidad mencionada hay momentos en los que consigue enganchar al espectador. Otros aspectos como la fotografía o la música están muy cuidados.

Mi oscuro pasajero:
Como Dexter Morgan, yo también tengo un código. Unos mentores. Un oscuro pasajero. Unas presas. Una línea que separa el bien y el mal. Un ámbito público y otro privado. Y... Unas series, entre ellas ésta.