"Eh oye te he traido una película del videoclub así de japoneses, que sé que te gustan mucho"

Así llegó esta película a mis manos. Yo estaba enferma, y había pedido una película oriental de terror. En fin. En un primer momento pensé ahogar al que me había traido semejante cosa, y más aún cuando oí las primeras palabras. Dios, ¿pero qué es esto? ¿UNa broma?

¡No! ¡Es una de las películas más desternillantes, sin demasiado sentido que he visto en mi vida!

El protagonista es un bobo redomado que recuerda muchísimo a Mortadelo y Filemón, una especie de gangster que haría las delicias de todos aquellos con ganas de gastar novatadas.

Pero él no es la estrella de este batiburrillo de acentos. No.

La estrella es la señora de los rulos, que parece sacada directamente de 13 rue del percebe, con una velocidad a lo correcaminos y una mala leche de agárrate y no te menees. Una mezcla acertada de Sole (ésta en vez de collejas lanza ostiones) con la portera del citado edificio.

Señores, no será la obra maestra por su guión, pero consiguió arrancarme unas carcajadas que se escucharon en todo el edificio.