Bienvenidos a una película potable, graciosa y tierna a la vez. Realmente es pasable y sin mucho que destacar. Jim nos mete en una comedia familiar que se emparenta con los domingos luego de un almuerzo concurrido de niños.

Es la historia típica. Un exitoso abogado que todo lo da por su trabajo, va en ascenso y deja de lado lo esencial de la vida, su familia. En el medio es obvio que se encuentra con el conflicto, el conflicto de mentir en cada ocasión... pero luego de mostrarnos ello, cae la magia en la historia y comienza la comedia con él como protagonista y su repertorio de gags característicos a la orden del día.

Recomiendo para ver acompañada de niños.