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Spain Spain · Barcelona
rober rating:
9
7.6
14,332
Documentary The story of how an eccentric French shop keeper and amateur film maker attempted to locate and befriend Banksy, only to have the artist turn the camera back on its owner with spectacular results. Billed as 'the world's first street art disaster movie' the film contains exclusive footage of Banksy, Shephard Fairey, Invader and many of the world's most infamous graffiti artists at work. No director or screenwriters are listed in "Gift ... [+]
Language of the review:
  • es
May 16, 2015
1 of 1 users found this review helpful
Seguramente, éste es el documental más divertido que he visto nunca, pero también uno de los más lúcidos. “Exit through the gift shop” (apropiadísimo título) es una película dinámica, mordaz y paródica, pero también una aguda reflexión sobre el arte contemporáneo o, mejor dicho, sobre el negocio que se mueve alrededor del arte. Uno puede salir de la proyección preguntándose si hay algo de verdad en todo lo que ha visto, pero eso es lo que menos importa. Aparte de tratarse de un “fake”, la propia idea del documental es muy original. Un ejemplo de cómo utilizar la técnica cinematográfica en función de lo que se quiere transmitir, o de cómo aprovechar el género documental para contar una historia. El ágil montaje, el relato en flashback, la idea de que Banksy pase de ser el objeto de un reportaje a un “personaje secundario – narrador”, o la construcción de una estructura de espejos… Una manera revolucionaria de poner el documental al servicio de una historia de ficción… O al revés. Qué más da.

Todo es una denuncia del arte entendido como merchandising, en clave de ironía, que merece una profunda reflexión. Banksy pone todo en solfa, incluso a sí mismo. El propio concepto de artista se deforma, queda en entredicho.

Y también ha de servir este film como una invitación a la autocrítica que todos los profanos, como público, nos debemos hacer. Madonna mordió el anzuelo, pero seguro que todos hemos caído en la misma trampa alguna vez, a nuestra manera… Nos dejamos deslumbrar. Somos borregos. Las emociones son subjetivas, pero también manipulables. No creo que vuelva a ver una exposición de la misma manera que antes. Y seguro que este mensaje es trasladable a cualquier otra forma de cultura, o a la economía, o a la política…Ya no es tan divertido. Gracias por hacernos entender que todo puede (debe) ser cuestionado. Genial.
rober
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