Primero, me parece increíble que alguien califique a esta peliculilla como "obra maestra". Nosé, quizá es que yo me cuido muy mucho de aplicar este calificativo a cualquier cosa. Para mí obra maestra es Días sin huella, La ventana indiscreta, Ben Hur, casi todo lo de John Ford,... películas bien realizadas, con ritmo a prueba del tiempo, con actorazos, y... sí, quizá con unos mínimos medios (sea dinero o artesanos) para que te creas lo que ves.
Después de este preliminar en el que me desenmascaro como amante de la narración clásica (para mí fundamental, la base) y para aviso del amante del cine llamado de "culto" (por que les gusta a cuatro gatos repartidos por el mundo). Puede ser que este tipo de cine influyera en Romero y Lynch (cosa que no me dice mucho), pero lo que está claro es que se hizo en una época en que empezaba el "vale todo"; los grandes estudios se tambaleaban, la censura también, y los jóvenes de la época querían entrar en ese mundillo como fuera.
Es claramente una peli realizada por no-profesionales; los actores también, no te los crees nunca, ni siquiera a la prota, una chica no muy fotogénica para mí gusto; un ritmo lento y aburrido, y una ausencia de guión.
Pelis baratas siempre hubo, pero en los 40 y 50, se hacían cosas muy decentes, realizadas por futuros grandes directores, lo que aquí no ocurre.
Pues eso, que a los buscadores de curiosidades y admiradores del cine bizarro o raro, o aburrido, llamésele como quiera, les interesará, y a los demás, los que buscamos en el cine diversión inteligente y artesanía de calidad, nos parecerá un subproducto más sin alma (nunca mejor dicho), que tragaremos debido al ansía de cine que sufrimos, que en este caso, a los que crecimos con Hitchcock, o Tourneur y tantos otros, nos sabrá más bien a nada.