Una comedia negra bastante entretenida es lo que nos depara este thriller independiente de los directores Dan Berk y Robert Olsen, que con sus dos trabajos anteriores menos acertados que son "The Stakelander" y "Body" han demostrado que saben moverse en el mundo del suspense-terror.

La historia es sencilla y se centra en una pareja de incompetentes ladrones de poca monta Mickey (Bill Skarsgård) y Jules (Maika Monroe) que después de robar en una gasolinera y en su huida precipitada se quedan sin combustible en una carretera aislada. Irrumpen en una casa cercana y descubren una niña encadenada en el sótano, es cuando regresan a casa los dueños del inmueble, una extraña pareja de psicóticos (Jeffrey Donovan y Kyra Sedgwick) entonces comenzará el juego de supervivencia...

Buenos diálogos y giros para desorientar al espectador son las bazas fundamentales, ya que la película solo consta de cinco actores, los cuales logran que no decaiga el interés de lo que vaya a ocurrir en esta misteriosa casa.

La simpática Maika Monroe (It Follows) acompañado del enigmático Bill Skarsgard (inolvidable payaso Pennywise de "It") son esta pareja de ineptos delincuentes que quieren huir a Miami, mientras que los propietarios de la casa son los siniestros Jeffrey Donovan y Kyra Sedgwick que harán todo lo posible para que no escapen tras conocer la verdad.

Un buen ejemplo de combinación terror-comedia nos ofrece este guion, dando un simpático enfoque a una irrupción en una vivienda donde comenzara un juego del gato y el ratón, que aunque no sorprende mucho la historia al haberse contado más veces, no deja de sorprender e interesar hasta el final.
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