Entretenida película que arranca con tufillo a comedia romántica o intimista ("Los amigos de Peter") pero que tras la presentación de las cinco facciones que se reúnen en la casa (de hecho, la infinity pool de la villa tiene forma de pentágono regular) toma un giro que te hace pensar primero en una comedia negra y luego en un drama.

Los actores están muy bien. Demuestran con soltura y convencimiento (Verdú, De la Torre y Fernández, lo dan todo) que su fama es merecida.

Guión interesante. A partir de un hecho razonablemente creíble y un accidente casual nos permite ver como esa fauna humana allí reunida y que representa diferentes roles despelleja a quien haga falta. Unos cuantos amagos de guión te hacen dudar hasta los últimos 10 minutos de lo que puede acabar pasando. Consiguen tenerte intrigado.
La descripción de ese abanico de miserias y bajezas humanas (nadie se libra...) te sorprende por lo inesperado de su aparición (esperabas una película amable), por la cercanía de su exposición y por el trabajo de interpretación. El final no es malo; pero de haber buscado otro más rompedor (la trama daba pie a ello) la película hubiera ganado aún más puntos.

Dirección, muy buena. Hay ritmo, no te aburres en las escenas de presentación o en las idílicas, dosifica lo cotidiano con lo amargo y cuando saltamos a la parte de drama consigue darle un ritmo muy ajustado. Tensión e introspección a partes iguales.

Una buena e inteligente película.