Sin lugar a dudas lo primero que hay que dar es un aplauso a esta película por exponer el tema de la homosexualidad. Es una película que sorprende al estar producida por un país con unas tradiciones tan arriagadas. Así que dejando de lado la opinión final que se tenga sobre el film, es de agradecer el tremendo riesgo de haber rodado esta película.
No obstante, entrando en el meollo de la cuestión debo decir que la película me pareció tremendamente lenta y en muchas ocasiones pesada. Es cierto que la historia resulta interesante y tiene momentos en que engancha muy bien, pero la relación entre los personajes no acabé de entenderla. No comprendí en ningún momento esa obsesión por el dolor sentimental. Ese ensimismamiento por estar con una persona que sabes que lo único que te produce es dolor y preocupaciones.
Creo que este punto no acaba de estar bien tratado ya que no vi en ningún momento una justificación coherente a que la relación siguiera adelante, salvo el objetivo de continuar con la historia.
Es muy interesante el punto de vista de dos jóvenes que huyen de su país para poder tener un futuro como pareja, en un país como Argentina que se encuentra en las antípodas de Hong Kong.
Esto junto con una fotografía bastante interesante, una interpretaciones aceptables, una dirección artística buena y una versión del clásico musical "Happy together" impresionante, hacen que la película no sea insoportable.
No quiero decir que la película sea ni buena ni mala. Es cierto que me dejó un poco indiferente ya que no me llegó a producir ninguna sensación. Pero hay que reconocer que está narrada de un modo bastante lento, haciendo que algunas escenas resulten un poco pesadas.
En fin, película que trata el tema de la homosexualidad desde un punto de vista particular como es la obsesión con la pareja desde el punto de vista del dolor. Una pasión que sienten dos jóvenes en un país extranjero que sueñan con una vida llena de amor. Una amor que no siempre es comprendido.