Retrato sobre la vida de un bebedor compulsivo, aunque el personaje parece no darse cuenta, con toques de humor, siempre se ha dicho que los borrachos son graciosos. Herido hasta la médula por un divorcio no superado, trata de sanar sus heridas a base de merlot o cualquier zumo fermentado procedente de la uva. Todo esto se presenta en forma de road movie por la california vitivinícola con sus aventuras y desventuras, con un sólido guión que poco a poco nos va contando más acerca de los personajes, menuda pareja. Gran película, no es una obra maestra pero se le acerca

P.D. Le pongo un 10 que no se merece pero se lo debo al filme después de leer las soplapolleces que dicen algunos.