Para descubrir qué pensamos del desternillante humor del sorprendente Vicente Escrivá y su "Manos a la obra" he confeccionado un práctico y certero test que nos descubrirá con agrado cuál es exactamente nuestra opinión sobre el fantástico creador. Participa; es gratis:




1º_ Hace tan sólo 3 meses que conoces a tu novia. Es la incómoda primera vez que comerás en casa de su familia. Es también el día oficial de tu presentación ante sus padres; para causar buena imagen...

A) Te pasas toda la cena comentando el gran honor que tenemos en España por contar con la gracia, la chispa y el ingenio de Vicente Escrivá. Y cuentas todo esto mientras agitas sutilmente una copa de coñac.

B) Tras la cena propondrás ver en familia algunos capítulos de la serie "Manos a la obra" que trajiste previamente en 12 fantásticos dvds edición limitada remasterizada digitalmente en caja de lujo.

C) Lo que haces es intentar pasar lo más rápido posible la velada pensando que con quien te quieres divertir es con la niña; los padres te la traerán floja para el resto de tu vida.




2º_ Estás confundido y cansado de tu vida actual; quieres pegar un cambio en ella del 100%. Intentas...

A) Estudiar al maestro Vicente Escrivá e intentar aprender de él para en un futuro inmediato dedicarte a la noble profesión de creador de teleseries; es gratificante comprobar que arrancas varias sonrisas en las noches de los miércoles en todas las casas españolas (y si va bien, incluso en las latino-americanas).

B) Abandonar la profesión para la cual te preparaste durante largos años y dedicarte a la simpática tarea de "chapucero albañil". Tal y como se lo pasan estos dos de la serie, tiene que ser un descojone diario en tu vida.

C) Echas la primitiva, la bono-loto, la quiniela de fútbol y piensas que esta puede ser la semana en la que pegues el pelotazo y mandes todo a tomar viento.




3º_ Ves a Vicente Escrivá por la calle caminando por tu misma acera en sentido opuesto al tuyo; justo cuando se cruza contigo...

A) Te arrodillas ante su imponente mirada y le suplicas que se ponga "manos a la obra" con una nueva temporada repleta de su fantástico e ingenioso humor.

B) Dudas entre saludarlo o no, y justo en el cruce le haces un movimiento de cabeza a modo saludo, pero bastante leve por si acaso no te corresponde (para no quedarte con toda la cara partida).

C) Pasas de él como de la mierda, porque ni tan siquiera lo reconoces... es más, aunque lo reconocieras, seguirías pasando de él como de la mierda.