De repente eres un agente secreto del FBI y la vida en cuanto a lo laboral y familiar te va genial, y cuando te vas con tu familia a pasar unas vacaciones merecidas es una isla a disfrutar, el último trabajo que realizaste antes de retirarte te pasa factura y por venganza asesinan a toda tu familia: mujer, hijo, padres y un largo etcétera, es decir, toda tu familia está muerta y sólo sobrevives tú.

Con esta introducción realizada, que levante la mano quien no haría lo mismo y se vengaría de la muerte de su familia. Pues este básicamente es el argumento de la película. Frank Castle, el agente secreto del FBI, sobrevive sorprendentemente a esta masacre y se vuelva una persona fría, calculadora y sin escrúpulos al que no le importara morir siempre y cuando haya cumplido con su venganza. Frank utiliza todas sus habilidades para asesinar uno a uno a toda la familia y sicarios del malo, un genial John Travolta, que deja como último plato para cerrar el festín

Las escenas de violencia de la película, en mi opinión están muy logradas, sobre todo cuando Saint (John Travolta) envía a su arma más letal a destruir a Castle, un ruso de 2 metros y con unos brazos como dos castillos, es un poco surrealista pero hay que admitir que es la ostia.

Lo peor el reparto que no sabe estar a la altura de John Travolta y Thomas Jane, haciendo una actuación bastante pobre y encarnando a lo peor de la sociedad americana. Si la película solo hubiera tenido a estos dos actores hubiera sido igual de buena.

Además están muy curradas las estrategias que Castle utiliza e ingenia para sus distintos asesinatos, haciendo que el propio Saint asesine a gente cercana engañado a hacerlo por Castle.

Me gusta tanto esta película porque te identificas con el protagonista y sientes en algunos momentos incluso angustia y dolor por dentro imaginándote que le hicieran eso a tu familia.