Viendo esta película, y sabiendo que los críticos la han puesto muy bien y muy cómica, pienso que debo tener un sentido del humor muy raro. Lo que más me ha producido es vergüenza ajena. La familia es un tema muy especial, estamos de acuerdo. El hecho de querer que tu hija o cualquier otro miembro de la familia, tengan más vida, disfrute de la vida y no se dedique tanto al trabajo, está muy bien y de hecho lo hemos visto en innumerables películas. Pero hacerlo como lo hace este padre, me parece un poquito desagradable por decirlo bien.

¿No es más fácil, aprovechar los pocos momentos libres para prepararle cosas distintas? Creo que a cualquier persona que viviese esas situaciones, le cabrearía muchísimo. El trabajo o la vida laboral, es una parte muy tan importante en la vida de las personas que puede llegar a ocupar mucho más de un tercio de tu vida.

La cantidad de los líos en los que podía haber metido a su hija, me pareció demasiado. Y ver a todos los compañeros riéndose del padre, me dio pena por ella.

La película se me ha hecho larga, larga. Podía haber puesto más secuencias de más momentos de la negociación, la verdad ¿no sé si hacían falta?

Ver como la mujer le dice al padre, que sabía que no era el embajador, lamentable.

Los actores están muy bien, lástima que de forma equivocada.

La fotografía me parece muy fea, hubo momentos que pensé en ponerme gafas de sol.

La dirección, ya he comentado, simple y sin dirección, planos sencillos, y no sabe que es larga.

El caso, es que la película me la creo, creo que estoy viendo una historia, pero me resulta todo tan desagradable, que no me sirve.