Una cara angelical con ojos azules y un cuerpo bien formado, casi adolescente, constituyen la principal baza de esta película. La trama, tipo thriller, trata de un chapero que busca a su hermano gemelo mientras se prostituye. Pero, aparte esto, no es fácil encontrar algo de sustancia al argumento. Hay demasiadas imágenes oníricas que se repiten y repiten, cuando el espectador todavía no es capaz de identificar su significado. Y por otra parte, sus clientes son jóvenes que están tan buenos como él, o más, y no creo que en el mundo homosexual necesiten pagarse a un prostituto para tener sexo jóvenes como esos. Tiene muchos defectos de ambientación, como por ejemplo: en una discoteca gay el cartel que indica los servicios es una impresión sobre un folio clavada sobre la pared, y hay cosas incomprensibles e imperdonables, como una lámpara encendida encima de la cama mientras hay un dialogo entre los protagonistas. Queda bonito, pero te pierdes el diálogo, que tampoco tiene interés, mientras piensas que hace la lámpara ahí. En cuanto a lo erótico, que la película sí lo es, se trata de las que incitan pero no enseñan nada y el espectador, yo al menos, se cansa de esperar ver, y no ver nada.