Fallida, por supuesto, que a nadie le quepa duda que a Dario Argento el juguete se le va de las manos, (o mejor dicho, el metraje se extiende más de lo necesario) pero tampoco podemos negarle la osadía de buscar la parte más sexual, violenta y oscura del personaje de Gastón Lerux. cuya obra original, se debate entre escarceos tardo románticos y las descripciones mecánicas, casi asépticas que poco atractiva hacen hoy día su obra.

La película falla en su excesiva duración, y ciertas bizarradas que sobraban, (los cazadores de ratas montados en "caza ratas" es ridículo) así como el pésimo personaje de Raoul, (se parece a Joaquin Cortés).

Por lo demás, Julian Sands sigue aportando esa aura oscura e impredecible que ya nos regalara en Warlock I o en la coqueta pero irrelevante "Mi obsesión por Helena". Asía Argento no lo hace mal, aunque no sé qué clase de padre puede ser Dario rodando los planos sexuales de su hija, (mucho menor gusto y tino que Adrian Lane rodando a su hija Diana Lane)

Inquieta y atrae, pero no pasa de ser una locura más del italiano.