4 horas dura la friolera de la película, y aun y con eso, se cepilla a todas las películas de su género. 8 Óscars, y la película más taquillera de la historia, (adaptando inflación) es más que suficiente para demostrar que más que un clásico, es un obra maestra. Se mire por donde se mire: relato romántico, (odios, deslealtades y mucha pasión) relato histórico, (fidedigna recreación de la Guerra de Secesión Americana) y por supuesto: Leigh y Gable.

Hablamos de la consagración de dos personajes ya mitológicos, de dos puerco-espines idénticos, incapaces de acercarse demasiado sin destruirse mutuamente.

Llevo viéndola desde que era pequeño y siempre me fascinó, (aun a pesar de su brutal duración) desde la socarronería "orejuda" de Gable hasta la inquietante mirada de Leigh,a cuyo paso sucumben cuanto galán toca. No podía ser de otra manera, el gran Gable el que tratara de domesticar al potro salvaje que es Scarlata O'hara. Un hombre de cuya obstinación por O'hara nos demuestra que a éste mundo se ha venido a sufrir, luchar y amar.