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Benjamín Reyes rating:
5
Thriller. Action. Drama Story follows an officer from Tucson, Arizona who travels across the border to Mexico with a pair of mercenaries to track down a drug lord. A young female FBI agent joins a secret operation to take down a Mexican cartel boss, a job that ends up pushing her ethical and moral values to the limit.
Language of the review:
  • es
November 24, 2015
10 of 16 users found this review helpful
A la nómina de directores canadienses contemporáneos de mayor fuste de las últimas décadas, que integran David Cronenberg (“Videodrome”, 1982, Atom Egoyam (“Exótica”, 1994) y Denys Arcand (“Las invasiones bárbaras”, 2003), en los últimos años se les han incorporado Xavier Dolan (“Mommy”, 2014) y Denis Villeneuve.
El cineasta canadiense Denis Villeneuve sorprendió a propios y extraños con su epatante cortometraje “Next Floor” en 2010, un ejercicio de estilo que rememoraba al clásico de Luis Buñuel “El ángel exterminador” (1962). Sin embargo su verdadera eclosión internacional no se produjo hasta el estreno de su cuarto largometraje: “Incendies” (2011), un auténtico fogonazo audiovisual, repleto de imágenes muy potentes. Luego dirigió, “Prisioneros” (2013), que pasó sin pena ni gloria por la cartelera, e inopidamente, “Enemy” (2014), una curiosa versión de la novela de José Saramago, “El hombre duplicado”.
Ahora, presenta “Sicario”, que formó parte de la sección oficial del último Festival de Cannes, un filme correcto ambientado en el mundo del narcotráfico que carece de la potencia visual y la garra de “Incendies”, que se centra en diálogos carentes de interés y en pocas escenas de acción que no llegan a cuajar, de tal manera que llega a caer en el tedio, e incluso en la “narco-lepsia”. Afortunadamente, en el último tramo, la película remonta el vuelo y ofrece una jugosa secuencia en la que se adentran en un túnel, emulando la visión nocturna, mientras un sonido ensordecedor embarga al espectador. Si “Incendies” era un viaje hacia el origen del odio que postulaba por la redención espiritual, “Sicario” es todo lo contrario, aquí el odio se retroalimenta y termina por estallar en la cara del espectador.
En cuanto al reparto, destacan los nombres de Benicio del Toro y Josh Brolin, que se meten en la piel de personajes que conocen a la perfección, pero sin ofrecer lo mejor de su repertorio actoral. No siempre la conjunción de talento produce buenos resultados. Ahí está el caso del largometraje “Historias de Nueva York” (1989), que reunió a Woody Allen, Martin Scorsese y Francis Ford Coppola, tres de los mejores cineastas de la historia del cine, y sin embargó, arrojó como resultado una cinta ramplona.
“Sicario” supone una pequeña decepción, por eso los espectadores que quieran ver un proyecto audiovisual relacionado con el mundo de los narcos de alto copete tienen una cita ineludible con la primera temporada de la serie “Narcos”, de Netflix, que arroja uno de las interpretaciones más convincentes de los últimos tiempos en la figura del intérprete brasileño Wagner Moura, que encarna a un impecable Pablo Escobar, que en una sencilla y elocuente frase resumió la esencia del mundo de los narcos: “plata o plomo”.
Benjamín Reyes
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