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Benjamín Reyes rating:
9
Animation. Fantasy. Adventure. Comedy Growing up can be a bumpy road, and it's no exception for Riley, who is uprooted from her Midwest life when her father starts a new job in San Francisco. Like all of us, Riley is guided by her emotions - Joy, Fear, Anger, Disgust and Sadness. The emotions live in Headquarters, the control center inside Riley's mind, where they help advise her through everyday life. As Riley and her emotions struggle to adjust to a new life in San ... [+]
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  • es
August 5, 2015
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Con ocasión del estreno de “Buscando a Nemo”, el fenecido Ángel Fernández Santos tituló su magnífica crítica de cine en “El País”: “De asombro en asombro”. Pues bien, Pixar, ahora bajo los auspicios de Disney, nos vuelve a asombrar con su última maravilla animada. “Del revés”, que en Latinoamérica se ha titulado “Intensa-mente”, es una película excepcional, a la par que una inteligente y genuina manera de mostrar las emociones de una impúber, que siente que ya no es el centro de atención de su padre y su madre. Pixar ha legado desde su creación en 1994 un puñado de joyas cinematográficas, comenzando con la seminal “Toy Story” y sus dos secuelas, prosiguiendo con la citada “Buscando a Nemo” (2003), “Cars” (2006), “Wall-E” (2008) o “Up” (2009), a la que ahora se suma “Del revés”.
Riley tiene 11 años y es presa de sus emociones a raíz de una mudanza (su familia se traslada de Minnesota a San Francisco), lo que pone su mundo patas arribas; que en el filme se resumen en cinco sentimientos básicos: alegría, tristeza, ira, miedo y asco.
Varias son las películas que han abordado el interior de la mente humana como “Viaje alucinante al fondo de la mente” (1980) u “¡Olvídate de mí!” (2004), pero la novedad en “Del revés” estriba en que funciona a dos niveles y por lo tanto puede ser disfrutada al unísono por niños y adultos. Los primeros empatizarán tanto con la protagonista como con sus emociones humanizadas. Mientras que los segundos, reflexionarán sobre cómo los recuerdos fluctúan según nuestro estado emocional, la memoria a largo plazo o la impagable escena del pensamiento abstracto, en la que los dibujos animados van cambiando de forma en función de las zonas del cerebro que van explorando.
El público infantil, acompañado de sus progenitores, era el que llenaba el pasado viernes la sala 17 de los Multicines Tenerife. Algunos creen que al público infantil hay que ofrecerles productos estandarizados enfocados meramente al entretenimiento. Craso error. Los niños son personas en proceso de crecimiento y hay que inducirles a ver películas como “Del revés”, que no se le dan todo hecho y propician que se hagan preguntas que les ayudarán a progresar como personas. De hecho, “Del revés” comparte con la trilogía de “Toy Story” (1994-2010) la idea de que hay que superar la etapa infantil como camino hacia la madurez.
Además, “Del revés”, ovacionada en el último Festival de Cannes, es un largometraje que te hacer reír en su justa medida y que te emociona también en la cuota adecuada. Una de las moralejas de “Del revés” es que debe de existir un equilibrio entre las diversas emociones que tenemos todos los seres humanos (niños y adultos), así como que todas las emociones son necesarias, incluso la tristeza, en su justa medida y en los momentos adecuados.
Es recomendable ir con tiempo a ver “Del revés” ya que previamente se proyecta el cortometraje “Lava”, e igualmente, permanezcan sentados en sus asientos hasta después del desenlace de la historia ya que la creatividad de Pixar se prolonga hasta los títulos de créditos finales. Quedan avisados.
Benjamín Reyes
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