Esta vez la trama está mejor hilvanada que la de la segunda parte, la peor de la serie. No se desvía la atención hacia derivaciones complementarias y la acción toma buena dinámica con ciertos gags curiosos, con alguna que otra irónica referencia a las necesidades sociales de la población de a pie en contraste con las grandísimas riquezas de los poderosos. La plantilla de actores es de lujo, donde destaca especialmente el gran Al Pacino junto con la única protagonista femenina, Ellen Barkin. La banda sonora, muy lograda, con variada selección de trozos conocidos y clásicos que se entremezclan con la música original. En general, se trata de una comedia divertida, sin más pretensiones, entretenida de ver.