“Two Guns” es la demostración que puedes hacer una buena película de acción sin efectos digitales ni mareantes movimientos de cámara estilo Micahel Bay. “Two Guns” está rodada al estilo de la vieja escuela: buenos actores, pistolas grandes, un guión divertido y rodar todo con nervio. “Two Guns” es pura adrenalina y buenrollismo años 80. La película se disfruta en cada minuto de su metraje, es salvaje, es divertida, rebosa acción y un guión mucho mejor de lo que suelen ofrecer este tipo de productos. Es difícil hablar del guión sin develar spoilers pero decir que el engaño funciona de maravilla y cuando la trama se desvela, el cara a cara entre Mark Wahlberg y Denzel Washington es perfecto, como dos hermanos descerebrados que pasan el día peleándose. Los giros en la historia buscan el entretenimiento (es una montaña rusa de “mas grande, mas fuerte”) y aunque en muchos momentos son descabellados (sobre todo a medida que se acerca al final), la cosa funciona. Una película de hombres, para hombres, que huye de cualquier excusa políticamente correcta y ofrece un buen espectáculo de tiros y persecuciones donde el espectador no puede ni pestañear o se pierde la historia que va de lado a lado. ¿Os gustaban las películas de Walter Hill de los 80? ¿Os gustaban los héroes invencibles de las producciones de la Cannon? ¿Os gustaban las películas en VHS? Entonces “Two Guns” os encantará porque es todo eso, multiplicado por cien y servido al gusto del siglo XXI. Recomendable para nostálgicos amantes de la testosterona y para todos aquellos que prefieren un tiro en la rodilla a un beso en la primera cita.