Gareth Evans ha revolucionado el cine de acción con una cinta indonesia que, gracias al boca a boca y a sus numerosos éxitos y críticas positivas cosechadas en otros tantos festivales, ya tiene confirmado un remake americano y una secuela (camino de la trilogía). THE RAID (la coletilla de REDEMPTION se ha añadido por problemas con derechos de autor) es la mayor salvajada de artes marciales rodada en el siglo XXI, con coreografías eternas en planos secuencia sin fallo mostrando violentas y bestiales técnicas orientales de, básicamente, DAR HOSTIAS COMO PANES.

THE RAID relata la redada suicida por parte de un equipo de 20 policías antidisturbios en el edificio más peligroso de yakarta. Un bloque de pisos de 30 plantas de altura repleta de los criminales más peligrosos de Indonesia protegidos durante años por la propia policía corrupta. El equipo SWAT queda atrapado al poco de entrar y… lo dicho, hora y media de acción sin respiro.

La violencia se muestra sin miramientos, y aparte de las luchas cuerpo a cuerpo (con múltiples luxaciones, fracturas y desfiguraciones) hay fusilamientos, explosiones y mutilaciones a sangre fría. Y un fugaz martillo (no podía faltar). Gareth Evans, que también es el guionista, juega un poco con el sentimentalismo de telenovela entre hermanos, tan típico del cine oriental, y resuelve con maestría escenas de suspense con cámara lenta y planos largos y asfixiantes. De todas maneras, y yo creo que no hace falta que lo vuelva a repetir, el film es lo que es: un museo de la tollina. Y con música de Mike Shinoda (Linkin Park).