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Spain Spain · Iguana
BrunoLD rating:
8
Action. Thriller. Romance. Drama A young couple separates under pressure from vicious Triad gangsters--she becomes a mobster's unwilling moll, and he travels abroad to work as an assassin. But their love stays strong, and when the two are reunited, their rekindled emotions lead them into extreme danger.
Language of the review:
  • es
March 30, 2015
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Patrick Tam es conocido principalmente por ser algo así como el maestro de Wong Kar-Wai, el cual se inició como guionista en varias de sus películas, quitando ésta, ya que el año anterior inició su carrera con “As tears go by” y más adelante retomarían el contacto para que Patrick Tam fuese el montador de algunas de las primeras películas de su “alumno”, Wong Kar-Wai.

“My heart is that eternal rose” es una película muy interesante, tiene varios elementos con los que se quedaría Wong Kar-Wai, uno es el director de fotografía, el gran Christopher Doyle, que aquí realiza un trabajo en la línea de “As tears go by”, puramente ochentero, con unos colores muy saturados y con una iluminación “de pub”. A mí me parece que con los años creció tremendamente, pero aún así la fotografía de esta obra es fantástica, tiene un componente nostálgico muy especial. Otra de las cosas que comparten es al gran actor Tony Leung Chiu-Wai, jovencísimo (bueno, sobre los 30 años, pero parece que tiene 20). Igual que la fotografía de Doyle, Tony Leung no está igual que en sus películas más conocidas y que nos han creado su imagen, en su caso llama aún más la atención, ya que se ha creado un personaje elegante y interesante, mientras que aquí interpreta a un joven miembro de las triadas que a pesar de moverse por esos ambientes es una buena persona, un jovencito nervioso que busca que la mujer a la que ama en secreto sea feliz con el hombre al que ella ama.

“My heart is that eternal rose” es una gran película, un gran ejemplo del cine hongkonés de los ochenta. Me gusta mucho la manera tan apasionada con la que se cuentan las cosas, la ambientación, las magníficas escenas de acción, los enredos amorosos, la emoción, y sobre todo que dura 90 minutos; si algo enseñó Hong Kong fue el crear casi una norma en la que las películas no deben durar más de 90 minutos a no ser que exista verdadera necesidad. Cuantos minutos nos han ahorrado, qué maravilla ver películas tan redondas como ésta, en la que se cuenta todo sin pausa pero sin prisa, en las que no hay paja y todo es bueno.

Una delicia, igual que la canción principal.
BrunoLD
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