Me ha sorprendido muy gratamente la manera tan naturalista con la que se narran los acontecimientos, es digno de amirar el trabajo de Mendoza al conseguir dejarnos hipnotizados durante los casi 45 minutos que dura el tenso viaje en la furgoneta, pocas veces he visto un viaje por carretera tan fascinante, capta a la perfección las sensaciones que se experimentan al ir en coche por la noche, con esas luces nocturnas tan bellas, y es que la fotografía me parece una maravilla, tecnicamente no será nada del otro mundo, pero las emociones que provoca son incomparables, igual que la música que casa a la perfección con todas y cada una de las situaciones que van ocurriendo, así como con el estado de animo de Peping.

Los actores están todos genial, y la ambientación es una pasada. Lo que hace que para mí “Kinatay” no sea una película redonda es por un lado todo lo que ocurre antes del viaje, está claro que es necesario para conocer al protagonista y su entorno, pero quizás se podría haber acortado, y es que se queda en nada si se compara con el magnetismo que tiene lo que viene después.
[Sigue en Spoiler]